Dicha ley, con dotación presupuestaria adecuada, debería abordar todas las formas de trata para las diferentes formas de explotación (sexual, laboral, mendicidad forzada, criminalidad forzada, matrimonio forzado, etc.) desde un enfoque de derechos humanos y una perspectiva de género e infancia; tener rango de ley orgánica; crear un organismo coordinador de carácter estatal y garantizar la atención y protección de las víctimas desde una dimensión integral.

Así lo reclamó Cáritas en un comunicado con motivo del Día Europeo contra la Trata de Personas, que se conmemora el 18 de octubre. El año pasado Cáritas acompañó a 3.312 mujeres a través de diversos programas en los que se proporciona atención especializada en contextos de prostitución, explotación sexual y de trata con fines de explotación sexual. De ese total, 1.762 mujeres fueron contactadas a través de visitas a los lugares de ejercicio de la prostitución, mientras que 1.550 recibieron atención en alguno de nuestros centros de atención especializados.

El número de mujeres en las que se detectó una situación de explotación sexual fueron 529. “La cifra es menor que el año anterior. Creemos que no solo ha influido el menor número de visitas a los lugares donde las mujeres ejercen la prostitución, sino las dificultades para la detección de indicios de explotación sexual”, explicó Noelia de Pablo, responsable de los programas de mujer, prostitución y trata de Cáritas Española.

Por su experiencia, Cáritas también detecta otras características de las víctimas, como que son en un alto porcentaje de origen extranjero, que tienen cargas familiares, que sienten el estigma propio del contexto de prostitución y que en muchos casos se encuentran en situación administrativa irregular.