Además de los programas específicos desarrollados en España, la institución realizó, en el marco de la cooperación internacional, acciones de emergencia humanitaria y de desarrollo en países del Tercer Mundo arrasados por conflictos armados o desastres naturales, o en condiciones sociales y económicas precarias.

Según datos del informe anual de la organización humanitaria, Cáritas destinó los 15.757 millones de peseta a desarrollar un total de 19 programas dirigidos a los colectivos más marginados y desprotegidos, lo que la sitúa como la segunda organización española que más recursos destina a ayuda social, después de Cruz Roja.

La atención a los residentes de comunidades específicas para mejorar su calidad de vida, a los que se destinaron más de 2.432 millones de pesetas (el 17 por ciento del total de los recursos), y los programas de ayuda internacional, en los que se invirtieron más de 2.390 millones de pesetas(16,9%), fueron los que absorbieron la mayor parte de los recursos.

El tercer lugar lo ocuparon los programas de mayores, a los que se destinaron 1.996 millones de pesetas (14%). Las iniciativas de empleo contaron con un tratamiento destacado, ya que captaron 1.364 millones de pesetas del presupuesto (10%).

La atención a los drogodependientes contó con un presupuesto de 972 millones de pesetas (7%) y los programas destinados a la infancia, a la mujer y a la familia también han recibido un trataminto especial, puesto que han contado con más de 1.600 millones de pesetas (11%).

Los restantes programas financiados por Cáritas fueron los siguientes: transeúntes y colectivos sin techo (967 millones de pesetas), acción de base (158 millones), inmigrantes (311 millones), juventud (311), comunicación (319) y comunidad gitana (154 millones de pesetas).

La mayoría de esos recursos fueron gestionados por la delegaciones diocesanas de Cáritas, encargadas de desarrollar los programas.