Para atender a los colectivos más marginados y desprotegidos de la sociedad, Cáritas destinó en 1995 un total de 14.760 millones de pesetas, a fin de desarrollr un total de 19 programas dirigidos especialmente a estos colectivos.

La atención a los residentes de comunidades específicas, para mejorar su calidad de vida, a los que se destinaron más de 2.993 millones de pesetas, y los programas de ayuda al colectivo de personas mayores, en los que se invirtieron más de 2.139 millones de pesetas, fueron los programas que absorbieron la mayor parte de los recursos.

El tercer lugar lo ocuparon las iniciativas de cooperación internacional, ya que contaron con.472 millones del presupuesto, mientras que los programas destinados al fomento del empleo contaron con 1.292 millones de pesetas.

Los programas destinados al colectivo de transeúntes contaron con 1.069 millones de pesetas y la atención a los drogodependientes dispuso de un presupuesto de 904 millones de pesetas.

Las acciones en favor de la infancia, de la mujer y de la familia también contaron con un tratamiento especial, y a ellos se destinaron más de 1.800 millones de pesetas.

Los restants programas financiados por Cáritas fueron los siguientes: inmigrantes (392 millones de pesetas), juventud (331), sida (269), acción de base urbana (218), comunidad gitana (187), voluntariado (180), minusválidos (143) y acción de base rural (127 millones de pesetas).

La mayoría de esos recursos fueron gestionados por las delegaciones diocesanas de Cáritas, encargadas de desarrollar los programas.