Así lo constata la Memoria Confederal de Cáritas, que presentaron este miércoles en Madrid, su presidente, Manuel Bretón, y la secretaria general, Natalia Peiro. Según la organización católica, la sucesión de crisis económicas y sociales está abocando al 26% de la ciudadanía a situaciones cada vez más complejas de exclusión social. Peiro apuntó concretamente a tres factores como son la pérdida de la "función protectora" del trabajo, el encarecimiento de la vivienda o la "irregularidad administrativa" que sufren muchas personas migrantes impide que buena parte de la población pueda alcanzar unas condiciones de vida digna.

La memoria mostró que durante 2023, Cáritas invirtió la citada cifra récord de 486,5 millones de euros, que fueron 29,3 millones de euros (6,4%) más que el año anterior, para mantener recursos y proyectos dentro de España y en acciones de cooperación internacional en terceros países.

Gracias a estos recursos disponibles, Cáritas logró apoyar a 2.567.680 personas dentro y fuera de España. De ellas, 1.327.298 dentro y 1.240.382 en Cooperación Internacional. Los datos de la memoria reflejan que el número de personas atendidas a nivel nacional volvió a estar en niveles similares de 2019, el año anterior a la pandemia (1.403.299).

El balance de Cáritas también reflejó que una de cada tres personas atendidas se encontraba en situación administrativa irregular, mientras que el 50% eran trabajadores pobres o tenían serias dificultades en el acceso o mantenimiento de su vivienda. En los programas de Acogida y Asistencia, el 80 por ciento de las ayudas que solicitaron las familias estaban relacionados con los pagos de los suministros, de los alquileres, es decir, necesidades básicas.

POLARIZACIÓN

Durante la presentación de la memoria Bretón se refirió a la "preocupante polarización social" que sufren especialmente los colectivos más desfavorecidos a los que atienden y defendió el "importante papel" de Cáritas para "coger el extintor y apagar algún fuego", con "cariño y amor por los demás, y aportar algo nuevo a la sociedad, que se nos corrompe y se nos destruye".

"Cáritas está donde debe estar y en cualquier circunstancia", dijo a las administraciones, que "están pensando en el Consejo General del Poder Judicial y la Eurocopa", reflexionó. "Ojalá nos hagan caso", añadió.

El presidente de Cáritas también aseguró que es "posible" y "una necesidad" el acuerdo entre los grandes partidos para erradicar la pobreza, como han materializado esta semana en el ámbito de la justicia y subrayó que deben trabajar para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el primero de los cuales es reducir la pobreza.

"Debe ser la primera preocupación de todas las administraciones", remarcó, aunque "el momento parece que no es el más indicado".

Peiro recordó que "estando cerca de las personas se evitan muchos prejuicios y muchos argumentos hostiles hacia los demás" y que en Cáritas se ha detectado que ha aumentado la "complejidad" de las personas vulnerables. "Invertimos muchos más recursos en atender a cifras similares que en 2019", aseveró.

EMERGENCIA HUMANITARIA

Además de los 1,3 millones de personas atendidas en España, Cáritas trató de dar respuesta a las necesidades humanitarias de miles de personas en el mundo. Los distintos proyectos de Cooperación Internacional sumaron una inversión total de 25,2 millones de euros y se atendieron a 1.240.382 personas.

Dentro de la acción humanitaria destacó el trabajo realizado en Marruecos, Turquía y Siria a raíz de la emergencia producida por los terremotos que afectaron a los tres países, el apoyo en Tierra Santa, así como la continuidad en el trabajo desarrollado en Ucrania. Todo ello sin olvidar la situación en otros países con crisis olvidadas como Mozambique, Etiopía o Líbano.

Cáritas también informó de que sus 230.000 socios, donantes y colaboradores privados han aportado más de 327 millones, un 6,9% más que el año anterior. A ello hay que añadir otros 159,4 millones de euros procedentes de Administraciones püblicas, por lo que el balance global de ingresos fue un 67,22% de origen privado y un 32,78% proveniente de las administraciones públicas.

La memoria recoge también los datos de las personas que están detrás de toda esta actividad confederal, sostenida gracias a 71.437 personas voluntarias y a 5.871 trabajadores contratados, subrayó Bretón, que permiten que 7.000 puertas estén abiertas a quienes más lo necesitan en las Cáritas más cercanas.

"No son simplemente datos, reflejan actitudes de nuestra gente de no mirar a otro lado frente a los que sufren más y acompañar. Es parte viva de la Iglesia", remarcó el presidente de Cáritas.