En relación con el careo de unas niñas con su presunto agresor, un profesor de kárate, en Barcelona, la experta remarcó que "un niño con una simple mirada se puede ver cohibido".

En declaraciones a Servimedia, Arch explicó que "hay que tener en cuenta la influencia que esta persona pueda tener sobre él y la influencia de la superioridad o del poder que le da al supuesto agresor haber podido perjudicarlo en algún momento".

Por otro lado, esta psicóloga forense adviertió de que una confrontación visual puede causar sobre el individuo una "revictimización", es decir, una reexperimentación del trauma que ha vivido.

Desde un punto de vista psicológico, Arch señaló que "me parece fundamental que una criatura de 9 años declare con una mampara. Me parece que no habría que ponerlo en duda". Incluso, añadió, "sería mejor un sistema cerrado de televisión".