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EL CARDENAL MARTINEZ SISTACH ALERTA DEL RIESGO DE ECHAR A PERDER EL PATRIMONIO DE LA TRANSICIÓN POLÍTICA

MADRID
SERVIMEDIA

El arzobispo de Barcelona, cardenal Lluis Martínez Sistach, alertó hoy del peligro de echar a perder y relegar al olvido el patrimonio de la transición española.

Martínez Sistach, que pronunció hoy la conferencia "La presencia pública de la Iglesia en la sociedad de hoy", en el Club Siglo XXI, aseguró que "desde hace un tiempo en España se respiran unos aires muy distintos de aquellos que inspiraron la transición política. Corremos el peligro de echar a perder y relegar al olvido este patrimonio".

El cardenal consideró que la Constitución de 1978 supuso una voluntad de superación definitiva de la "cuestión religiosa", en el sentido de impedir que la regulación del hecho religioso fuese motivo de división entre los ciudadanos.

Además, Martínez Sistach mencionó algunos puntos en los que se inspiró la transición política y su espíritu de convivencia: el pluralismo de las opciones políticas de los católicos y el apoyo de la Iglesia a la instauración de la democracia.

A renglón seguido, el purpurado afirmó que "la Constitución española no quiso apostar por ninguna de las siguientes soluciones extremas: ni una España confesional ni tampoco una España laica. Se optó por una postura intermedia. Se estableció la aconfesionalidad del Estado".

En este sentido, Martínez Sistach destacó que en las relaciones entre la Iglesia y el Estado inspiradas, en la mutua autonomía y en la necesaria colaboración, "es absolutamente necesario distinguir entre el Estado laico y la sociedad laica".

"La laicidad del Estado está al servicio de una sociedad plural en el ámbito religioso. Por el contrario, una sociedad laica implicaría la negación social del hecho religioso o, al menos, del derecho a vivir la fe en sus dimensiones públicas. Lo que sería precisamente laicismo".

Recalcó que, "ante la realidad de nuestra sociedad pluralista, se exige buscar el sitio propio de los cristianos y de la Iglesia en esta nueva situación socio- cultural, sin que ello suponga la pérdida de la propia identidad. La Iglesia no puede pretender imponer a otros su propia verdad".

Finalmente, Martínez Sistach desgranó algunas prioridades de la Iglesia actualmente, entre ellas, un diálogo "leal" con las autoridades civiles, una presencia activa y comprometida de los laicos cristianos en la sociedad y conceder prioridad a la evangelización de los pobres.

(SERVIMEDIA)
17 Abr 2008
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