La salida de Jiménez Villarejo de la Fiscalía Anticorrupción generó fuertes críticas políticas or parte de la oposición que consideraba que había sido represaliado por su supuesta cercanía al Partido Socialista.

Cardenal insistió en que nadie puede considerarse "insustituible" dentro del Ministerio Fiscal e indicó que su "responsabilidad" le "impide interpretar" los elogios hacia Jiménez Villarejo "como expresión del carácter insustituible" al frente de la Fiscalía Anticorrupción.

"Cualquier miembro de Ministerio Fiscal", afirmó, "tiene una idoneidad potencial para hacer frente al reto de a lucha anticorrupción. Cuando se niega esa premisa y se transmite la imagen de que la ausencia de uno u otro fiscal sumirá en la ciénaga la actividad política, económica o financiera, se está haciendo un flaco servicio al Ministerio Fiscal y, por supuesto, al sistema democrático".

En ese sentido, insistió en que el Ministerio Fiscal "seguirá cumpliendo con la misión constitucional" que tiene encomendada, lo hizo antes y la hará ahora, a partir de la asunción de la responsabilidad por Antonio Salinas. Cardenal insistió a la Comisión de Justicia e Interior en que "en la lucha contra la corrupción no pueden tener cabida las sensibilidades, ideas o preferencias políticas. El Ministerio Fiscal está encadenado a los principios de legalidad e imparcialidad y sólo desde esa óptica lograrán explicarse sus actuaciones".

Finalmente, el fiscal feneral explicitó su "apoyo incondicional" a la Fiscalía Anticorrupción y anunció que hará lo posible por cubrir con diligencia las vacantes que ahora hay en la intitución.