Esta caída de los resultados se produjo en un ejercicio en el que Banesto decididó vender la división de ferroaleaciones de Carburos, por la que obtuvo un saldo positivo de 982 millones de pesetas, y la enajenación de inmuebles por la que ingresó unas plusvalías de 1.449 millones de pesetas.

Además, la facturación de a empresa alcanzó los 35.693 millones de pesetas, de los que 27.186 millones correspondieron a la comercialización de sus productos gasísticos, un 3,2 por cien más que en 1991, con un margen de explotación un 12,4 por cien superior al del ejercicio precedente.

En el capítulo de gastos, Carburos hizo frente en 1992 a unos costes extraordinarios de 577 millones de pesetas por el pago de las indemnizaciones recogidas en el plan de reducción de plantillas, y los gastos financieros crecieron un 5,4 por cie.

Los responsables de la empresa aseguran que ese crecimiento del coste financiero responde al incremento de los tipos de interés con los que tiene colocada su deuda y a la demora en los cobros de las facturas por suministros a la Administración, fundamentalmente al Insalud.

No obstante, indicaron que el peso financiero de la deuda descenderá notablemente a medida que se vayan cobrando los 14.386 millones de pesetas pendientes de liquidación por la venta del negocio de ferroaleaciones.

A su uicio, la venta de este área de negocio y la reducción de los costes financieros que soportaba, así como la mejora del nivel de productividad en la plantilla, permiten prever un aumento del resultado de explotación y de las operaciones durante 1993.