Así lo afirmó en una entrevista en Telemadrid recogida por Servimedia, donde defendió que los cantones “son imprescindibles” para prestar el servicio de limpieza en la ciudad de Madrid y aseguró con esos 116 cantones “muy cerca de las viviendas” no han tenido quejas por parte de los vecinos que viven al lado.

El delegado comprendió que cuando se va a instalar una nueva instalación municipal haya cierta preocupación por parte de los vecinos, por lo que “tenemos que hacer un esfuerzo por parte del Ayuntamiento de explicar qué es un cantón”.

Carabante explicó que son vestuarios para los barrenderos y almacenes para que guarden sus carritos y defendió que tienen que estar cerca de las viviendas porque “salen andando con el carrito”.

“Entiendo que muchas veces cantón puede tener connotación negativa o puede generar dudas a los vecinos sobre que va a haber gestión de residuos o basuras”, pero “no se almacenan basuras, no se gestionan residuos y, por tanto, no hay olores, ni ruidos, ni molestias”, aseveró.

El concejal comentó que la virtud que tienen que tener los cantones es estar “lo más cerca posible de las calles a las que van a atender”. Por ello, “si queremos incrementar los servicios de limpieza y queremos mejorar la limpieza, es imprescindible ejecutar estos cantones”.

El delegado recordó que desde el Consistorio madrileño han tenido “decenas de reuniones” con representantes de vecinos, principalmente de Montecarmelo. A pesar de ello, “vamos a intensificar ese esfuerzo por informar a los ciudadanos de qué es una instalación de limpieza de proximidad y por qué tiene que estar cerca de las viviendas”. “Cuanto más próximos estén, más fácil, más eficaz y más eficiente es la prestación del servicio de limpieza”.

En este sentido, comentó que los camiones que van recogiendo los cubos de basura no están próximos a las viviendas. “Suelen estar alejados, porque esos camiones suelen generar más ruido, llevan residuos y pueden generar más molestias”, por lo que “no es imprescindible que estén pegados a las viviendas”, pero “los barrenderos tienen que estar pegados”.

Por ello, “no estoy dispuesto a que se dé esa imagen de los barrenderos, que son servidores públicos”. “Hay que dignificar su labor y tienen que tener un almacén y un vestuario relativamente cerca de las viviendas”, concluyó Carabante.