"Mi mensaje es que se pongan en la situación en que nos dejan" dijo Aliste, "y en la piel de los fallecidos, que recapaciten un poco". El capitán no quiso pronunciarse sobre la negociación con ETA, porque, según afirmó, no se siente capacitado para responder a esa cuestión, aunque reconoció sentirse "pesimista" ante la solución al terrorismo etarra.

Aliste lamenó haber sido la primera víctima de la nueva oleada de atentados de ETA y aseguró que le resultó difícil mantener la vista fija en la pantalla cuando la televisión difundió imágenes de las acciones terroristas de Madrid y Valencia. "Los he visto por encima. Cuando salen en televisión, me voy, porque me resulta muy desagradable", señaló.

Juan José Aliste afirmó que espera volver a caminar con ayuda de unas prótesis en el plazo de dos años y agradeció las muestras de solidaridad y las llamadas recibidas esde el pasado 10 de noviembre, día en que, según sus palabras, "volví a nacer".

El capitán reconoció que durante el mes anterior a su atentado hizo siempre el mismo recorrido y no utilizó otro sistema de autoprotección que vestir de paisano. Añadió que quizá salvó la vida por haber dejado su vehículo aparcado en la calle y no en el interior de un garaje, donde tal vez los terroristas podrían haber adosado el mecanismo explosivo a su antojo.

Aliste aseguró que sintió "alivio" cuando su esposa le ijo que había sufrido un atentado y no un accidente de tráfico, como pensó en un primer momento, posibilidad que le hacía sentirse culpable.

Sobre su vida actual, señaló que "lo peor es no poder acudir a mi trabajo normalmente cada día", aunque afirmó que confía poder llevar a cabo alguna actividad laboral cuando concluya su rehabilitación.

Por último, lamentó que su hija pequeña todavía no entiende la razón por la que a su padre le faltan las dos piernas.