El desarrollo de la muestra, sobre un total de 500 personas, fue entre el 15 y el 17 de junio de este año. De los entrevistados, un 55 por ciento había nacido en Madrid; un 30 por ciento llevaba más de 20 años de asentamiento; un 5 por ciento, más de 16 años, y sólo el 1 por ciento, menos de 5 años.

La novedad, según esos dato, es que por primera vez en el censo, desde hace doce años, existe un predominio de los nacidos en Madrid sobre los que proceden de otras provincias, lo que favorece la generación de un sentimiento de identidad local, según las conclusiones de la encuesta,.

Aunque la voluntad de permanencia en la capital de España es generalizada, un 65 por ciento de los no nacidos volvería a instalarse en la capital del Estado y el 37 por ciento del total no se iría ni mejorando su situación.

Los más dispuestosmarcharse son los ciudadanos que tienen mejor nivel socioeconómico, porque están hartos del tráfico y el ruido.

Madrid es una ciudad con la que resulta fácil identificarse y lograr un sentido de pertenencia, por la que se siente afecto, pero de calidad de vida no satisfactoria, según dicen los resultados del mismo estudio.

Los madrileños señalan como principales deficiencias de la vida ciudadana, el transporte público, el tráfico, la delincuencia y la droga. El peso de todos esos males urbanos v aumentando en las críticas y pasan a constituirse en lacras de primera magnitud en algunas zonas.

Aunque el "foro" es incómodo para vivir, ante todo a causa del tráfico y la inseguridad ciudadana, Madrid también se ve por los encuestados como una ciudad "viva y humana, que hacemos nuestra con mucha facilidad".

RIVALIDAD CON BARCELONA

La mayoría de los madrileños no se reconoce centralista ni cree que haya desequilibrio o injusticia en sus relaciones con los demás españoles, y dice que, "de habr desequilibrio o injusticia, los madrileños serían sus víctimas más que sus beneficiarios".

Asimismo, la encuesta revela que un 80 por ciento de los que residen en esta ciudad, piensa que existe rivalidad con Barcelona. El 43 por ciento imputa ese sentimiento a los barceloneses, el 29 por ciento por igual a ambos lados, y sólo un 4 por ciento cree que es mayor en los madrileños que en los residentes en la capital catalana.

Esa rivalidad no encuentra causa justificada en el 51 por ciento de las rspuestas de los consultados, ni se atribuye a la capitalidad o razones políticas, sino a parecido tamaño y a diferencias de carácter, con raíces históricas no vigentes.