LA CAPACIDAD DEL SUELO PARA ABSORBER C02 PODRIA SER UNA ALTERNATIVA PARA COMBATIR EL CAMBIO CLIMATICO, SEGUN EL CSIC

MADRID
SERVIMEDIA

La capacidad del suelo de algunas zonas del planeta para acumular y captar carbonatos podría convertirse en una alternativa de futuro en la lucha contra un cambio climático, ya que permitirá absorber parte del CO2 y otros gses que provocan el "efecto invernadero", según el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Este tipo de suelos, muy comunes en países mediterráneos como España o en zonas como Nevada o California en EE.UU, contienen en muchos casos calcio, lo que los convierte en un sumidero para el exceso de CO2 de la atmósfera.

El científico Ramón Julia, profesor de investigación del Instituto de Ciencias de la Tierra "Jaume Almera", dependiente del CSIC, estudia las oscilaciones climáticas de ls últimos milenios y considera que la capacidad del suelo de absorber CO2 sería una opción efectiva para reducir las emisiones de gases.

Sin embargo, el investigador lamenta que en España "ni siquiera se ha hecho una cuantificación" de este tipo de terrenos para iniciar las investigaciones necesarias.

Los llamados "caliches", en los alrededores de Madrid, son un ejemplo de la existencia de suelos petrocálcicos, que en algunos casos pueden llegar a alcanzar un metro de espesor. El profesor Julia eplicó como hace 40.000 años la cantidad de CO2 atmosférico era también muy alta y la absorción de carbonatos por el suelo constituía un fenómeno normal.

El investigador destacó que si bien la acumulación de CO2 es beneficiosa para la vegetación, puesto que se trata de un ecosistema que responde bien al incremento de gases y sus reacciones ante un exceso de dióxido de carbono son previsiblemente buenas, en un proceso de calentamiento alterado como el actual no es posible prever las consecuencias en otrs ecosistemas, como el mar.

Según explicó el profesor Julia, el fitoplancton (compuesto de organismos vegetales marinos como algas microscópicas) es un gran reductor del CO2 atmosférico, pero realiza esta función si dispone de nutrientes como nitratos y fósforo. Si faltan esos elementos puede que el fitoplancton no sea capaz de absorber el CO2 y se pierda un elemento estabilizador, aunque Julia añadió que es muy posible que la reacción y adaptación del mar sean positivas.

El científico explicó qu el cambio climático y el calentamiento global forman parte de un proceso que cíclica y naturalmente se desarrolla según pautas ajenas al hombre, pero la emisión de gases de efecto invernadero ha supuesto una aceleración antinatural del progresivo aumento de las temperaturas.

En este sentido, señaló que dicho incremento del calor comienza con el fin de la llamada "Pequeña Edad de Hielo" que concluyó aproximadamente en 1850 y que está considerada como la última "crisis climática" que sufrió el planetade la que aún se está recuperando. De esto se deduce que el calentamiento "se debe en gran parte a la tendencia del clima natural", indicó el investigador, aunque la acción del hombre ha hecho que se produzca con una celeridad imprevista.

Las denominadas "crisis climáticas" están casi siempre ligadas a la actividad solar (algunas se producen por la acción volcánica) y acaecen de forma cíclica cada 1.500 años. Dentro de esas pautas cronológicas se han determinado otros ciclos de más alta frecuencia, tmbién dependientes del sol y con una periodicidad y consecuencias menores. De esta forma, los investigadores han establecido periodos cíclicos de 156 años, de 98 (ciclo de Gleissberg), de 58 a 60 años y hasta de 11.

El hombre no es culpable del proceso del aumento de las temperaturas sino de su precipitación. De hecho, los científicos mantienen que tras completarse el calentamiento, la Tierra sufrirá un proceso inverso de descenso del calor que durará los 1.500 años citados anteriormente. Sin embargo,las alteraciones que el hombre haya podido causar en este ciclo inverso están aún por determinar en muchos aspectos.

(SERVIMEDIA)
19 Ago 2003
GJA