Sin embargo, el espeso de la capa de ozono sobre la península supera al de la medio mundial, ya que se sitúa en 324 unidades Dobson, una unidad arbitraria admitida internacionalmente, cuando el promedio mundial es de 300 unidades, variando según la latitud entre 230 y 500.

La reducción media anual de la capa sobre la península es del 0,26 por ciento, mientras que el valor medio anual para el hemisferio norte es del 2,6 por ciento, siendo más acusado el descenso a mayores latitudes y prácticamente nulo en la zona ecuatorial

La disminución media anual de la capa de ozono sobre la península es mayor en la zona norte peninsular que en el sur, aunque algunos años se registraron aumentos generalizados, como en 1984, 1991 y 1996.

Esto casos no solo son excepcionales, sino que a años en los que aumenta el espesor suceden otros en los que disminuye con mayor intensidad, tal y como ocurrió en 1985 y 1992.

VARIACION ESTACIONAL

La capa de ozono reigistra una variación estacional de carácter natural, alcanzando los nivees máximos entre marzo y mayo y mínimos entre septiembre y noviembre, los niveles de destrucción de la capa son mayores en primavera que en otoño.

Al igual que en el resto del planeta, la reducción de la capa de ozono sobre la península entraña riesgos apreciables sobre la salud, el medio ambiente y la economía, a causa de la mayor incidencia de la radiación UV-B procedente del sol.

La salud humana resulta afectada por dosis excesivas de radiación con la aparición de patologías oculares, cáncer d piel, daño en el ADN genético y pérdida de eficiencia en el sistema inmunitario. Además, la radiación UV influye negativamente en el rendimiento de cosechas, ecosistemas terrestres y acuáticos, animales y materiales.

Según el informe, el deterioro de la capa de ozono implica que la dosis máxima en España de radiación UV por exposición a los rayos solares admisible se alcanza en un tiempo de permanencia inferior en un minuto al correspondiente a 1979.