Cañellas hizo sus primeras declaraciones públicas tras la dimisión aprovechando su participación como pregonero de las fiestas de Valldemossa, un acto que casi se convirtió en un homenaje al ex presidente.

El ex mandatario regional calificó de "injusta y equivocada" la decisión de la dirección nacional del Partido Popular y de Jsé María Aznar de impulsar su cese como presidente del Gobierno regional.

No obstante, expresó su esperanza respecto al futuro del partido y del Gobierno autonómico, "porque los dejo en buenas manos", dijo refiriéndose a Cristófol Soler y Joan Huguet, presidentes del Ejecutivo y del PP balear, respectivamente.

Añadió también que confía en que la crisis interna abierta en el seno del PP balear se resuelva antes de que se celebre, el próximo otoño, el congreso extraordinario del partido.

Al fial de su pregón, durante el cual le fue entregado un retrato de su persona pintado por Josep Barceló, fue aplaudido por las personas congregadas en el lugar.