CANDANCHU. SAMUEL FERRER: "ME LO ESTOY PASANDO FENOMENAL"

- El cabo muerto comentó a su familia que el sargeno Miravete era muy duro y que siempre quería demostrar su autoridad

MADRID
SERVIMEDIA

"Me lo estoy pasando fenómenal", escribía el cabo Samuel Ferrer Caja en la última carta que pretendía enviar a su hermano Emilio Ferrer desde el cuartel de Candanchú. Así lo contó hoy Emilio, que encontró la misiva sin terminar de redactar entre los efectos personales que recogió en la camareta del cuartel de la compañía donde murió su hermano por un disparo presuntamente efectuado por el sargento prmero Juan Carlos Miravete.

Los hermanos del cabo muerto, Emilio Ferrer y José María Ferrer, comparecieron hoy en un hotel en Madrid en una rueda de prensa en compañía de los responsables de la Oficina del Defensor del Soldado, que anunciaron que mañana se personarán como acusación particular en el proceso judicial abierto por el Juzgado de Instrucción número 2 de Jaca.

Emilio Ferrer describió cómo era su hermano subrayando que "aunque parece ser que el servicio militar es algo odiado por la mayora, Samuel tenía una ilusión tremenda; quería convertirse en soldado profesional y había realizado las primeras pruebas dos o tres días antes del suceso para convertirse en soldado profesional".

Relató que cuando acudió al cuartel de la compañía a recoger los efectos personales de Samuel, halló una carta "que estaba escribiéndome y que no había terminado, en la cual me decía que se lo estaba pasando fenomenal, que hacía montañismo, que era algo que le gustaba, y que estaba en la gloria".

"También ecuerdo que la última vez que le vi, en las navidades pasadas, hacía mucha referencia al sargento Miravete diciendo que era una persona muy dura, que hacía todos los ejercicios el primero, pero que le imponía mucho respeto porque tenía mucha autoridad y lo quería demostrar ante los soldados".

PADRES CONFINADOS

Emilio Ferrer relató cómo vivió la familia las horas posteriores al suceso. A las 1,45 horas de la madrugada del sábado el padre de Samuel Ferrer recibió una llamada de la unidad de Jaca dondese le informaba que la unidad acababa de regresar de unas maniobras, que se había producido un accidente y que Samuel estaba herido de gravedad, por lo que debían ponerse en camino en dirección a Jaca inmediatamente.

A juicio de Emilio, "la primera irresponsabilidad por parte del Ejército es que a mis padres no se les proporcionó ningún medio de transporte. Mis padres, que son mayores", explicó, "con un sock emocional tremendo y con unas circunstancias muy adversas, como niebla y lluvia, tuvieron que acer un viaje de ocho o nueve horas hasta Jaca desde Cuenca".

Una vez allí, se les dijo a los padres de Samuel que fuesen al cuartel, "pero ya que se temían lo peor fueron directamente al hospital, donde un capitán de la unidad les recibió y les informó que había habido una pelea y una serie de personas bebidas en el cuartel y que un disparo se había producido, a consecuencia del cual mi hermano había fallecido".

"Mi padre, dado que mi hermano nunca bebía, preguntó si su hijo había bebido y le dieron que no, que parece ser que mi hermano había tratado de poner paz entre quienes se peleaban", según le indicó aquel oficial.

El padre de Samuel Ferrer solicitó a los responsables militares ver el cadáver, estar cerca del mismo en todo momento o hablar con el juez antes de que se hiciese la autopsia, "pero se le ignoró por completo".

Emilio continuó explicando que si bien a sus padres se les dispuso un hotel, "en todo momento sintieron que estaban confinados, porque nos les dejaban salir de ah. Tampoco se les dejó hablar con los medios de comunicación".

Asimismo, los responsables de la unidad le prometieron a los padres de la víctima que hablarían con varios testigos del suceso, pero sólo pudieron conversar con uno de ellos y siempre en presencia de un oficial.

Transcurridas 24 horas después del suceso, los padres de Samuel pudieron ver su cadáver. Tras el entierro en Cuenca "no hemos tenido ningún contacto ni se nos ha comunicado nada desde la unidad", a excepción del telegrama y la lamada telefónica que realizó el lunes el ministro de Defensa.

(SERVIMEDIA)
24 Abr 1997
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