Con esta decisión, la compañía impone un precio de 96 pesetas por litro para la "súper", 92 pesetas para la "normal" y 94 para la "sin plomo". Por su parte, los gasóleos de automoción costarán 73,3 pesetas por litro y los de calefacción vendidos en estaciones de servicio y aparatos sutidores 40,9 pesetas.

Estos precios siguen la tónica de los máximos fijados por Industria el jueves de la semana pasada, al reducir 40 cétimos los topes legales para precios de las gasolinas y otros 50 para los gasóleos.

El precio que pagarán los consumidores por los combustibles en las próximas dos semanas quedan bastante por debajo de los máximos de Industria, que fijó un precio tope de 97,4 pesetas por litro para la "súper", 92,9 para la "normal" y 95,4 para la "sin plomo".

En el caso de los gasóleos, el máximo fijado por Industria es de 74,30 pesetas por litro para el de automoción y 40,9 pesetas en el de calefacción, precio ete último que coincide con el establecido por Campsa.