El peligro que entraña el mal uso de estos aparatos es lo que ha llevado a las autoridades de Consumo a realizar esta campaña y vigilar el mercado de las Comunidades Autónomas.

La campaña pretende recrdar a los responsables de los centros que utilizan este tipo de aparatos, la obligación que tienen de garantizar un servicio seguro y de facilitar la información necesaria para evitar cualquier riesgo que dependa de la propia maquina y del modo en que se vaya a utilizar.

El bronceado a base de emisiones ultravioletas supone un riesgo de daños muy elevado en las pieles sensibles; por ello, la campaña recomienda que no utilicen los menores este tipo de bronceado. Asímismo, tampoco es aconsejable su usopor mujeres embarazadas, ya que en su situación aparecen cambios en el sistema hormonal que las hace muy sensibles al impacto de los rayos ultravioletas.

Además, los aparatos de rayos ultraviolestas no deben ser utilizados por personas que hayan sufrido quemaduras o insolación, así como las que tengan o hayan tenido un cáncer de piel.

Los resonsables de Consumo recuerdan a los usuarios que una exposición excesiva a estas radiaciones puede provocar un envejecimiento prematuro de la piel, aumenta e riesgo de desarrollar tumores y producir en los ojos inflamaciones superficiales si no están protegidos.

También algunos medicamentos y cosméticos aumentan la sensibilidad a los rayos ultravioletas, incluso presentan contraindicaciones en algunos casos.

Los daños que pueden causar estas radiaciones no se observan normalmente en el momento de recibirlas, sino a largo plazo, por lo que se les concede menos importancia de la necesaria. De este modo, se debe extremar la seguridad de los aparatos de ayos ultravioleta, cuyo número se ha incrementado durante el 2000 hasta alcanzar a final de año un total de 168.000 máquinas.