En todo el mundo hay actualmente 200.000 soldados menores de 16 años, según Naciones Unidas. Las armas ligeras, cada vez más manejables, permiten a os niños participar en las guerras, a juicio de las ONGs. Estas, sin embargo, no se proponen terminar con este tipo de armas, pues consideran que esto sería imposible en la práctica, sino que piden un mayor control de su comercio, según informa "International Herald Tribune".

Son muchas las armas ligeras que circulan en el mundo: fusiles, subfusiles, morteros, lanzagranadas, etc., pero no existe ningún tratado que regule su comercio. Se trata, además, de las armas más empleadas en los conflictos recietes (Bosnia, Argelia, Ruanda, Afganistán, Sudán, etc.).

La concesión del último Premio Nobel de la Paz a la campaña contra las minas antipersonales ha animado a los defensores de esta otra causa. Organizaciones de todo el mundo, así como funcionarios norteamericanos, se reunieron hace escasamente unas semanas en Washington en una conferencia sobre el control mundial de las armas ligeras.

Por su parte, la Cruz Roja de Noruega, junto a otras organizaciones, ya ha empezado su campaña particular conta el tráfico de armas.