Al menos doce toneladas de fresas procedentes de la cooperativa Virgen Bella de Lepe permanecían ayer retenidas en las inmediaciones de la frontera hispano-gala de Irún (Guipúzcoa) a causa de la acción de un piquete que impedía su traslado a los mercados de Perpignan.

Según un portavoz de la empresa Transbarba, propietaria del camión retenido, los vehículos de este tipo están dotados de cámaras frigoríficas que permiten la conservació durante algunos días, pero si la fresa no llega en pocos días a los mercados de destino corre el riesgo de deteriorarse.

Los transportistas de la provincia de Huelva que deben llevar fresas a mercados situados en el extranjero estudian ahora rutas alternativas, con el fin de evitar a los piquetes.

Por su parte, los productores freseros han expresado su malestar por las pérdidas económicas que pueden derivarse de la huelga, que se suman a las cuantiosas pérdidas ocasionadas por los temporales de os últimos meses.

Las alrededor de 6.000 hectáreas dedicadas al cultivo de fresa en la provincia producirán unas 250.000 toneladas, de las cuales más del 60 por ciento serán destinadas a la exportación a países europeos.