La propuesta aboga por un entrenamiento básico obligatorio, de 420 horas para los aspirantes menores de edad, y de 210 horas para los demás. Además, los conductores tendrán un adiestramiento continuo de 35 horas cada cinco años.

En los carnés se incluirán los códigos comunitarios. En lugar de un certificado de entreamiento dado por separado, se creará un permiso estandarizado de conducir que evitará complicaciones administrativas tanto a autoridades como a conductores.