Crisis climática

El cambio climático mata a 12.500 personas al año por el humo de incendios forestales

- Esa cifra era de casi 670 anuales en la década de 1960, según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

El calentamiento global intensifica el humo de los incendios, con el consiguiente peligro para la salud pública por la contaminación del aire, hasta el punto de que estuvo detrás de más de 12.500 muertes anuales en la década de 2010, cuando esa cifra era de 669 en la de 1960.

Así se explica en dos nuevos estudios de atribución del impacto del cambio climático, publicados en la revista ‘Nature Climate Change’ y elaborados por investigadores de instituciones de Alemania, Bélgica, Canadá, China, Colombia, Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Suecia y Suiza.

El primer estudio indica que las áreas quemadas en el mundo aumentaron un 15,8% entre 2003 y 2019 por el cambio climático, lo que incrementó la actividad de los fuegos forestales especialmente en Australia, América del Sur, el oeste de América del norte y Siberia.

Sobre esta base, el segundo estudio examina cómo el cambio climático está relacionado con un incremento global de las muertes por contaminación del aire relacionada con los incendios. El cambio climático aumentó estas muertes de 669 anuales en la década de 1960 a más de 12.500 en la de 2010.

“Nuestro estudio demuestra que, cuando se producen incendios, la influencia del cambio climático, con condiciones meteorológicas más secas y cálidas, es cada vez más significativa”, indica Chantelle Burton, investigadora del Centro Hadley del Met Office y coautora principal del primer trabajo.

UN 15,8% MÁS

En el artículo, los investigadores trazan un mapa de la influencia del cambio climático y de los factores socioeconómicos en la superficie quemada global y regional causada por incendios forestales en bosques, sabanas, etc.

Con un conjunto completo de modelos globales de vegetación e incendios, muestran que el cambio climático ha aumentado la superficie quemada global en un 15,8% ciento entre 2003 y 2019 en comparación con una situación sin cambio climático, con puntos críticos en Australia, Sudamérica, el oeste de Norteamérica y Siberia, las principales regiones propensas a las llamas.

Para el mismo periodo, ilustran que el cambio climático hizo que fuera más probable que hubiera meses con superficies quemadas superiores a la media.

Sin embargo, la superficie quemada total global está disminuyendo en general a medida que las tierras naturales se convierten para usos humanos, como la agricultura, lo que redujo las áreas disponibles para incendios en un 19% entre 2003 y 2019.

Si bien estas tendencias actualmente se compensan entre sí, los investigadores descubren que el efecto del cambio climático sobre los incendios está aumentando con el tiempo, a medida que el clima continúa calentándose.

RIESGO PARA LA SALUD

El segundo estudio evalúa el impacto global del cambio climático en la contaminación atmosférica provocada por los incendios y los riesgos para la salud asociados a lo largo de los últimos 60 años.

El equipo de investigadores descubrió que las muertes relacionadas con los incendios debido a la contaminación atmosférica subieron de 46.401 al año en la década de 1960 a 98.748 en la década de 2010. De ellas, 669 anuales en la de 1960 y más de 12.500 en la de 2010 pueden atribuirse al cambio climático, según los científicos.

"Esto indica que el cambio climático supone cada vez más una amenaza para la salud pública, impulsada por un mayor humo de incendios que afecta incluso a zonas densamente pobladas", explica Chae Yeon Park, investigadora del Instituto Nacional Japonés de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada, y autora principal de este estudio.

El humo de los incendios contiene partículas extremadamente pequeñas, lo suficientemente pequeñas como para entrar en el sistema respiratorio y plantear importantes riesgos para la salud, ya que provoca enfermedades pulmonares y respiratorias.

En regiones como Sudamérica, Australia y Europa, los aumentos más significativos de mortalidad por incendios atribuidos al cambio climático coincidieron con condiciones más cálidas y secas provocadas por el calentamiento global.

"Es fundamental comprender que el impacto del humo de los incendios se extiende más allá de quienes viven directamente en las áreas afectadas. También afecta significativamente a las personas que viven en las ciudades", recalca Christopher Reyer, investigador del Instituto Potsdam para la Investigación del Cambio Climático (PIK, por sus siglas en alemán) y coautor del estudio.

Reyer concluye: "Si bien las ciudades podrían no afrontar muertes inmediatas por incendios forestales, nuestro estudio confirma que la exposición al humo puede tener graves consecuencias para la salud pública. Por lo tanto, es vital reducir las emisiones y mejorar las estrategias de gestión de incendios, para minimizar los impactos de los incendios en los ecosistemas, las economías y la salud pública en todo el mundo".

(SERVIMEDIA)
22 Oct 2024
MGR/gja