Endesa, Iberdrola, Hidrocantábrico, Unión Fenos y la patronal, Unesa, han participado junto a una treintena de empresas europeas de diversos sectores en el proyecto GETS-2, cuyo objetivo era simular un mercado de emisiones de CO2.

El proyecto, impulsado por Eurelectric (Unión Europea de la Industria Eléctrica) se realizó en el primer semestre de este año y en él participó la Bolsa de París, ya que se trataba de crear un mercado virtual de permisos de emisión, en el que se simulaba la evolución de los precios de estas emisiones en función de la ofeta y la demanda.

Jesús Abadía, director de Medio Ambiente de Endesa, declaró hoy con motivo de la celebración de las jornadas organizadas por la Fundación Entorno sobre "Retos y oportunidades del comercio de derechos de emisión" que "la transparencia será fundamental en el nuevo mercado".

Por este motivo, pidió al Gobierno que aclare lo antes posible la política que seguirá España en materia de cambio climático, ya que algunas multinacionales han comenzado a adquirir los derechos para contaminar ás.

Al igual que el Protocolo de Kioto impone a cada país una cuota máxima de emisión, los estados asignarán a los distintos sectores industriales unos límites.

Este comercio permitirá a las industrias que pretendan rebasar la cuota asignada comprar derechos de emisión a empresas que no alcancen los niveles máximos a los que tienen derecho.

Abadía señaló que el mercado debe ser lo más amplio posible y afectar a todas las fuentes de emisión de CO2, ya que de esta forma el esfuerzo estaría reprtido entre los sectores responsables del cambio climático y se reducirían los costes necesarios para cumplir los compromisos que se asignen a cada sector industrial.

Además, se mostró partidario que la energía nuclear y la hidráulica de gran potencia se cataloguen como mecanismos de desarrollo limpio, ya que opinó que las energías renovables no están en condiciones de cubrir toda la demanda ante una eventual disminución del consumo de combustibles fósiles.