EL CAMBIO CLIMATICO AFECTARA NEGATIVAMENTE A LA ECONOMIA ESPAÑOLA, SEGUN DIVERSOS EXPERTOS

MADRID
SERVIMEDIA

El incremento de las temperaturas en la mayor parte de la península ibérica durante las próximas décadas repercutirá negativamente en el sistema ecónomico español y obligará a las distintas administraciones a desviar partidas presupuestarias para solucionar los problemas derivados, crearía sta situación, según las estimaciones realizadas a Servimedia por diversos expertos.

Aunque los distintos organismos encargados de estudiar el cambio climático todavía no han podido predecir qué ocurrirá en el futuro, algunos estudios constatan una tendencia al incremento de las temperaturas durante los últimos años.

Uno de los pocos trabajos que existen al respecto en España es el que está realizando Juan Oñate, licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad Autónoma de Madrid, que pretend comprobrar la evolución del cambio climático en nuestro país durante el último siglo.

Los estudios de Oñate a través de diez estaciones meteorológicas distribuidas por todo el Estado (Jaén, Alicante, Albacete, Soria, Huesca, San Sebastián, Salamanca, Badajoz, La Coruña y la localidad gaditana de San Fernando) perciben un aumento de la temperatura en diversas zonas cercano al medio grado.

Según este análisis, en los últimos cien años el sur de Andalucía habría experimentado un aumento medio de la temperaturas superior a 0,5 grados centígrados y algo más suave en la cordillera cantábrica y parte de la meseta.

En el sureste de Extramadura y la zona oriental de la comunidad castellano-leonesa las temperaturas se han vuelto más extremas, aumentando en verano y disminuyendo en invierno.

Sin embargo, Juan Oñate mantiene que "aún reconociendo que estos datos sean ciertos, todavía no puedo demostrar cuál es su origen y hasta qué punto el hombre ha influido en ellos".

A su juicio, si esta tedencia continúa durante las próximas décadas cabe la posibilidad de que aumente el nivel del mar y el litoral peninsular sufra un proceso importante de erosión, lo que obligaría a las administraciones a invertir elevadas sumas en la costas y afectaría negativamente al sistema económico.

"Si eso ocurre", explicó, "los presupuestos de Obras Públicas tendrían que volcarse en estos problemas y el Estado se verá obligado a recaudar más dinero a través de impuestos".

Angel Fernández, del Instituto Nacinal de Investigaciones Agrarias (Inia) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, no descarta estas hipótesis.

Para Fernández, "una subida de temperaturas suficientemente grande que consiguiera que buena parte de los casquetes polares se fundieran y provocaran un aumento del nivel del mar en algunas zonas costeras, podría determinar inundaciones locales o mareas mucho más fuerte de las habituales, en cuyo caso sí tendría incidencia económica".

AGRICULTURA

Además, señaló que estas variciones afectarían al delta del Ebro y del Guadalquivir, así como a todos los cultivos asociados a esas zonas.

Esta posibilidad es la que defiende Juan Carlos Rodríguez, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien insiste en que el cambio climático causará impactos sobre la agricultura y la silvicultura, los ecosistemas naturales terrestres, los recursos hidráulicos, la salud humana y la contaminación atmosférica.

Rodríguez recuerda que el Grupo Intergubernamental sobre el Cabio Climático (IPCC), compuesto por científicos y representantes de diversos Estados, estima que la temperatura media en el Mediterráneo aumentará entre uno y dos grados para el año 2030.

Los datos del IPCC revelan que durante los últimos cien años el nivel del mar ya ha experimentado una subida que oscila entre los diez y los veinte centímetros y advierten que si continúan los actuales índices de emisiones de gases aumentaría un promedio de seis centímetros por década.

INFLUENCIA DEL HOMBRE

Lainfluencia del hombre y las actividades que desarrolla en estas fluctuaciones es el gran debate abierto en los distintos ámbitos científicos.

Tanto Angel Fernández como Juan Oñate creen que no existe una relación determinante entre ambos parámetros, aunque reconocen la importancia que tienen los índices de emisión de los denominados "gases invernadero".

El representante del Inia considera que "el crecimiento de CO2 es fuerte, pero no tiene la misma forma de crecimiento que las temperaturas, o sea que no responde linealmente la una a la otra, por lo cual no es el único factor que influye en la subida de temperaturas, sino que hay otros".

"En principio", agregó, "la constante solar rige mucho estos procesos, y el sol ahora mismo está en una fase de hiperactividad, quizás la mayor registrada en toda la historia desde que se tienen datos, y eso también altera la cantidad de radiación que estamos recibiendo".

Asimismo, recuerda que "la subida térmica la llevamos acusando desde antes de que elhombre empezara la edad industrial. Hay una subida térmica importante desde el interglaciar".

Por el contrario, Juan Carlos Rodríguez y el movimiento ecologista a nivel mundial interpretan las tesis del IPCC como una "llamada de atención" ante la repercusión que estas emisiones pueden tener en un futuro.

Rodríguez indicó que los efectos de los gases emitidos ahora no aparecerán hasta dentro de varias décadas, razón por la cual "aunque se redujeran las emisiones drásticamente, el nivel del mar podía seguir subiendo sustancialmente durante años".

Por su parte, Luis Balairón, del Instituto Nacional de Metereología, afirma que hasta dentro de 20 ó 30 años no será posible hacer predicciones de ámbito nacional o comarcal.

(SERVIMEDIA)
20 Ene 1992
GJA