Las Cámaras recuerdan que Hacienda y la Seguridad Social gozan de "una excesiva posición privilegiada" a la hora de cobrar deudas pendientes, mientras que las empresas proveedoras de las que quiebran tienen que esperar mucho tiempo para cobrar y, en muchas ocasiones, nunca lo logran.

"Es lógio que quien tiene una relación económica habitual con el concursado, se vea más afectado por la situación de crisis de su cliente pero, precisamente por ello, deben ser compensados con carácter preferente", dicen las Cámaras en un comunicado.

Actualmente, entre Hacienda y la Seguridad Social se suelen llevar el 100% del dinero de las empresas en quiebra, por lo que las Cámaras consideran que deben limitarse al 50% y la otra mitad quedaría para los proveedores más habituales.