Según las Cámaras, la economía española necesita profundas reformas para lograr mejoras permanentes de la productividad mediante una mayor incorporación de la innovación en su sistema productivo y una creciente internacionalización de la actividad de sus empresas.

Asimismo, advierten que debe afrontarse una reforma de la legislación laboral dirigida a reducir la dualidad entre trabajadores con contratos fijos y temporales y elevar la estabilidad en el puesto de trabajo.

"En definitiva, eliminar todas las ineficiencias existentes en nuestro modelo de relaciones laborales que han impedido que la tasa de paro no haya descendido del 8% en tiempos de bonanza en los que no había disponible mano de obra para los puestos que se demandaban y que requirieron incorporar más de un millón de inmigrantes", concluyen.