Este organismo asegura a través de un comunicado que el arbitraje mercantil es "la solución natural a todo conflicto", ya que permite que las empresas acuerden libremente por escrito que un tercero resuelva sus posibles diferencias de interpretación, ejecución y resolución de acuerdos o contratos.

Para ello, el Consejo Superior de Cámaras de Comercio creó hace años la Corte Española de Arbitraje, que es el organismo encargado de administrar losarbitrajes mercantiles, nacionales e internacionales, que le sean sometidos y de dictar laudos, con un ahorro de tiempo y dinero considerable.

Actualmente, las cámaras de comercio cuentan con una red de 47 cortes de arbitraje repartidas por todo el país. La comisión de designación de árbitro, formada por el Consejo Superior, la CEOE y un magistrado del Tribunal Supremo en excedencia, elige al árbitro de una lista abierta formada por 70 personas, que incluye abogados, ingenieros arquitectos y otros proesionales.

La Corte Española de Arbitraje dicta laudos con la validez de una sentencia judicial, pero sin recurrir a los tribunales, según las Cámaras de Comercio. Entre 1995 y 1998, estas cortes de arbitraje dictaron 360 laudos, con una duración media de la resolución de cuatro meses y una cuantía media por reclamación de 300 millones de pesetas, aunque las peticiones variaron entre uno y mil millones de pesetas.

En el 80% de los casos, los demandantes que acuden al arbitraje mercantil son compaías o sociedades (en su mayoría anónimas -un 90%-), mientras que el 20% restante son comerciantes individuales. José Luis Roca, secretario general de la Corte Española de Arbitraje, aseguró que el arbitraje mercantil es una vía que asegura mayor rapidez, confidencialidad, economía, garantía y seguridad jurídica en la solución de los conflictos.