CAMACHO. JIMENEZ DE PARGA AFIRMA QUE LA TRAYECTORIA "HEROICA" DE CAMACHO SE MERECIA UNA SALIDA MAS DIGNA
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Manuel Jiménez de Parga, que ocupó el puesto de ministro de Trabajo con el Gobierno de UCD entre 1977 y 1978 y se encargó de normalizar las relaciones entre la Adminitración y los sindicatos, manifestó hoy a Servimedia que la trayectoria "heroica" de Marcelino Camacho luchando por las libertades sindicales en España se merecía una salida más honorable de los cargos de responsabilidad de CCOO.
Jiménez de Parga señaló que Marcelino Camacho desarrolló "una labor espléndida, heroica incluso, con riesgo de su vida y con violación frecuente de sus derechos por las autoridades de la época de la dictadura y era un símbolo de la lucha de los sindicatos de clase".
A sujuicio, Camacho ha jugado un papel importante no sólo en el plano sindical, sino también por su contribución a la credibilidad de la joven democracia que surgía tras el franquismo, con gestos con los que la legitimó ante las veteranas democracias europeas y del resto mundo.
Explicó que pudo comprobar esto personalmente cuando, tras dejar el Ministerio de Trabajo, representó a España ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en donde "la figura española indiscutible era Marcelino Camacho". Puso como ejemplo que, en 1979, los Reyes de España visitaron como invitados de honor la Asamblea de la OIT en una situación todavía de incertidumbre sobre el futuro de la democracia española, y Camacho actuó a modo de claque de teatro para el monarca.
"Cuando las puertas se abrieron para que entrara el Rey", relató, "él fue el primero que se levantó y ahí empezó una gran ovación. Cuando los sindicalistas de todo el mundo vieron que Marcelino Camacho, que era el símbolo de la libertad sindical, selevantaba y aplaudía con entusiasmo la llegada del Rey, toda la asamblea en pie le recibió con una ovación que no se recordaba de ningún otro visitante del mundo".
Jiménez de Parga, uno de cuyos hermanos, sacerdote, coincidió con Camacho en la cárcel de Carabanchel, aseguró que tiene "recuerdos muy entrañables de Marcelino y lamento muchísimo la salida que le dieron sus compañeros, independientemente de la opinión que se tenga sobre la orientación que deben tener hoy los sindicatos democráticos".
A su juicio, "lo que no puede es clausurarse una trayectoria tan brillante, tan arriesgada, tan heroica como la de Marcelino Camacho con una votación adversa, despojándolo de su condición de presidente de Comisiones Obreras. A mi me ha parecido, humanamente, un hecho triste, aunque sindicalmente comprendo que puede haber motivos para girar y que Marcelino difícilmente cambia de sus posturas".
Jiménez de Parga precisó que estas consideraciones son independientes del hecho de que Marcelino Camacho, comoantes Nicolás Redondo, se ven afectados por un cambio generacional "y quizás algunos sindicalistas de la resistencia, como ha ocurrido también con algunos políticos, no son después los mejores en la época de normalidad".
(SERVIMEDIA)
21 Ene 1996
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