Camacho afirmó que la ley consensuada entre los sindicatos y el PSOE mejora la normativa en vigor pero es insuficiente porque deja la última palabra de la fijación de los servicios mínimos en manos del Gobierno y establece un número excesivo de sectres esenciales.

A su juicio, los sindicatos se equivocan al dar su respaldo público a esta ley porque contribuyen a "reforzar a un Gobierno que es malo para los trabajadores, en un momento en que está desacreditado, y sin conseguir que cambie la política económica".

Opinó también que las direcciones de UGT y CCOO no han tenido suficientemente en cuenta el peligro que supone, ante una eventual victoria electoral de la derecha, admitir que el Gobierno fije los servicios mínimos en una huelga.

or otra parte, Camacho aseguró que los sindicatos corren el peligro de perder credibilidad social al incumplir el anuncio de realizar una segunda huelga general ya que, a su juicio, "las razones básicas que determinaron que habláramos de una presión sostenida y un segundo paro en otoño no ha cambiado nada".

Camacho explicó que no acudió hoy a la reunión del Consejo Confederal de CCOO en la que se dio el respaldo a la Ley de Huelga, por haber comprometido antes su presencia en el Consejo Político Federl de Izquierda Unida.

No obstante, hizo llegar mediante una carta su posición contraria al acuerdo alcanzado entre los sindicatos y el Grupo Socialista del Congreso.