GESCARTERA

CAMACHO ASEGURA QUE LA SOCIEDAD ERA VIABLE HASTA QUE INTERVINO LA CNMV Y CREE QUE LA SENTENCIA LE DARÁ LA RAZÓN

- El juicio quedó hoy visto para sentencia

MADRID
SERVIMEDIA

El dueño de Gescartera, Antonio Camacho, aseguró hoy que en la agencia de valores "era un proyecto viable desde el principio", con "los problemas normales de cualquier empresa", e indicó que esa viabilidad no cesó "hasta que intervino" la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Por otro lado, se mostró convencido de que "en un futuro", quizás "en la sentencia" que dicte el tribunal que le juzga, se pueda demostrar que "Gescartera era viable y que podía haber sido una de las principales empresas del mercado".

Camacho hizo estas declaraciones en la última sesión del juicio por el caso Gescartera, que quedó visto para sentencia.Han sido tres meses de vista oral, repartidos en 39 sesiones, y en total se han sentando en el banquillo 14 acusados.

El principal acusado aprovechó el turno de última palabra para decir que en Gescartera contó "con un equipo de trabajo que puso toda su fe en un proyecto empresarial de plena viabilidad".

Defendió la idea de que Gescartera era un proyecto normal, "con todos los devenires de una empresa; todas pasan momentos difíciles".

"Nosotros hasta el último momento hicimos muchos esfuerzos para que todo saliese adelante", aseveró el dueño de Gescartera.

Por último, Camacho quiso agradecer a la sala y a la presidenta del tribunal, la jueza Carmen Paloma González, "como ha llevado todo el procedimiento" que ha su juicio ha supuesto "la desestigmatización" de los acusados.

El fiscal encargado del caso, Vicente González Mota, solicita para Camacho 11 años de prisión por ser el "cerebro" de la trama que generó un agujero patrimonial de más de 50 millones de euros en Gescartera y que afectó a cerca de 4.000 inversores. Le considera autor de los delitos continuados de apropiación indebida y falsedad documental.

APROPIACIÓN INDEBIDA

Por otro lado, el considerado como "número dos" de la agencia de valores, José María Ruiz de la Serna, se ratificó"mi inocencia y la del resto de los acusados" en su última declaración ante el tribunal, en la que aseguró que no es cierto que se distrajera "dinero alguno" de las cuentas de los clientes de Gescartera.

"Lo mío son los números", señaló Ruiz de la Serna, quien añadió que, "con los números en la mano", desde que él entró en Gescartera, en el año 1998, "es imposible que hubiese distracción de dinero alguna, o como ustedes dicen, que hubiera apropiación indebida".

El fiscal pide para Ruiz de la Serna 11 años de prisión por un delito de falsedad documental y un delito continuado de apropiación indebida.

La que fuera presidenta de Gescartera en la última etapa de la agencia de valores, Pilar Giménez-Reyna, dijo estar "cada día más convencida de mi inocencia".

Giménez-Reyna explicó que, "en mi ingenuidad, algo se me podría haber pasado por alto", pero indicó que tras los tres meses de vista oral "estoy más convencida que nunca de mi inocencia". "El problema es que había personas que confiaban en mí", dijo, y pidió a las acusaciones presentes en el juicio, más de 60, que transmitieran a sus clientes su "pesar" por las situaciones generadas.

Esta imputada se enfrenta a una petición de pena de seis años de prisión por un único delito de apropiación indebida.

Por su parte, el principal responsable comercial de Gescartera, Aníbal Sardón, quiso agradecer a los magistrados del tribunal "el aguante que han tenido conmigo" y pidió perdón porque "tal vez en algún momento no me porté de forma correcta".

"Lo único que quiero es Justicia y que quede claro que soy un comercial, nada más", señaló el acusado. El fiscal González Mota solicita para él 11 años de prisión por un delito continuado de apropiación indebida y otro de falsedad documental.

El resto de acusados, Inmaculada Baltar, Francisco Javier Sierra, Miguel Ángel Vicente González, Agustín Fernández Armeneiro, Laura García Morey, Ángeles Leis, Julio Rodríguez Gil, Carlos Pascual, José Alfonso Castro y Miguel Carlos Prats, renunciaron a hacer uso del turno de última palabra.

"DAR A CADA UNO LO SUYO"

Tras escuchar a los acusados, la presidenta del tribunal, la jueza Carmen Paloma González, quiso dedicar también unas palabras a la sala. La magistrada comenzó dando las gracias "a todos" por el comportamiento demostrado en un juicio que, a su entender, ha sido "complicadísimo".

"Durante estos tres meses ha habido un buen ambiente", aseguró la magistrada, quien añadió que la vista oral ha seguido "unos cauces agradables", y señaló que no ha habido "ningún problema procesal o de falta de respeto".

La magistrada aseguró que, durante el juicio, "nunca se han tenido en cuenta los apellidos de nadie", y quiso dejar claro que su tribunal no juzga "a personas", sino que juzga "hechos".

"El tribunal tiene que trabajar ahora para dar a cada uno lo suyo. Sólo les pedimos un poco tiempo", aseveró la presidenta del tribunal.

La jueza González señaló que el tribunal "necesita tiempo para dictar sentencia" ya que ha sido un procedimiento "muy largo" e indicó que "más o menos" la resolución no podrá estar lista "hasta Semana Santa".

"Tengan ustedes la garantía de que vamos a sopesar los hechos, a desmenuzarlos y a releerlo todo hasta llegar a una conclusion razonada con todos los argumentos posibles", aseguró por último la magistrada, tras lo que pronunció el "visto para sentencia" final.

(SERVIMEDIA)
18 Dic 2007
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