El pasado lunes, el jefe de servicio de la prisión grancanaria, Francisco J.H., recibió un objeto que pesaba casi medio kilo y que remitía una empresa editorial desde Burgos.

Al percatarse de que los apellidos estaban equivocados y al no esperar ada por correo, el funcionario, trasladado a Canarias hace tres meses, alertó a los especialistas en explosivos. El artefacto fue explosionado por la Guardia civil a las 22 horas del mismo lunes, en el patio de la prisión.

Decenas de octavillas repartidas en los ultimos meses por organizaciones que simpatizan con la banda terrorista ETA, en ciudades y pueblos del País Vasco, calificaban a la prisión provincial de Las Palmas como "centro de exterminio".

Por otro lado, hace unos días un grupo de miitantes de Herri Batasuna visitaron a los terroristas que están encerrados en este centro penitenciario canario.

Servimedia ha sabido también que las autoridades han dado aviso a algunos militares residentes en Gran Canaria para que extremen las medidas de seguridad frente a la correspondancia, ya que no descartan que la banda terrorista vuelva a intentar algún otro atentado de las mismas características en el archipiélago.