El informe revela cómo esta especie se está adaptando a un clima más cálido y temperaturas más suaves con cambios de duración de la hibernación, la condición corporal y el patrón de desplazamientos en el medio natural.

El estudio se elaboró en la colonia más grande de murciélagos conocida en Cataluña, que se encuentra en el Parque natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac. Está formada por unos 17.000 ejemplares del murciélago de cueva, una especie migradora que se agrupa en grandes colonias, especialmente en invierno.

El trabajo, publicado en la revista 'Scientific Reports', está firmado por los expertos de la Facultad de Biología y del Instituto de la Biodiversidad (IRBio) de la UB, Marc López-Roig y Jordi Serra-Cobo, y de la Generalitat de Cataluña, Eduard Piera.

"A consecuencia de unos inviernos relativamente más cortos y con temperaturas más altas que las de décadas atrás, los murciélagos no se engordan tanto en otoño como solían hacerlo hace años, porque no necesitan tantas reservas para pasar el invierno", detalló el profesor del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB, Jordi Serra-Cobo.

Estos cambios corporales son evidentes en ambos sexos, aunque las hembras tienen una condición corporal menor que el macho, tanto al inicio como al final de la hibernación y durante el periodo de actividad que realizan durante el mes de marzo.

Los expertos afirmaron que este hecho podría tener consecuencias en la reproducción de la especie, ya que una "pobre condición corporal" de la hembra podría afectar "negativamente" a la gestación y la lactancia.

Otro aspecto que denunciaron es que el calentamiento global también afecta la disposición de los murciélagos en su refugio de invierno. Además, con una hibernación cada vez más corta, comienzan antes la actividad en comparación con otros años, avanzan los desplazamientos migratorios y llegan antes a los refugios de primavera.

Estos cambios podrían afectar en la conservación y la gestión de la especie, así lo alertó Serra-Cobo. Aunque en Cataluña están documentadas las rutas migratorias y los desplazamientos estacionales de los murciélagos, "se han perdido o alterado algunos de los refugios importantes conocidos".

Por último, concluyó que todas las especies de quirópteros pueden quedar afectadas por el cambio climático, pero la magnitud del impacto puede ser muy diferente entre grupos de murciélagos con diferentes patrones biogeográficos.