En respuesta a una pregunta del senador de Coalición Canaria, Ricardo Melchior, Caldera reconoció que el Gobierno es consciente de la gravedad del problema de los menores no acompañados, y de la sensibilidad que existe en la atención a los mismos.

El ministro explicó que lo ideal sería conseguir para los menores "repatriaciones con todos los mecanismos de protección posible". Admitió que no siempre es posible y que, cuando ocurre esto, la atención debe estar compartida entre comunidades autónomas y el Estado.

"En estos momentos, la situación de Canarias es grave y sufre un desbordamiento que espero que la próxima semana podamos resolver y llegar a un acuerdo", apuntó.

El ministro también anunció que mañana viajará a Canarias, para entrevistarse con el presidente regional y la consejera de Asuntos Sociales a fin de proponer el traslado a la península de aquellos menores que no pueden ser atendidos adecuadamente en las Islas Canarias.

"Ello exige", subrayó Caldera, "la cooperación y solidaridad del resto de las comunidades autónomas, aunque la garantía de financiación y gestión del programa lo asumirá el Estado", concluyó.