Según informa la caja en su página web, en esta edición se presentaron cinco candidatos de tres centros distintos y el jurado ha decidido reconocer el esfuerzo de superación de todos ellos.

Los cinco galardonados fueron una alumna del centro Diocesanas-Nieves Cano y dos estudiantes de Jesús Obrero, que recibieron un premio de 1.500 euros, canjeables por material de estudio o actividades que ayuden a superar la situación desfavorecida que atraviesan. Los otros dos candidatos, presentados por el colegio Presentación de María, recibieron un accésit de 750 euros.

Caja Vital Kutxa creó este certamen en 2001 con el objetivo de premiar a los jóvenes alaveses que, bien por discapacidades físicas y enfermedades o por problemas personales de carácter familiar, realizan un esfuerzo y un ejercicio de autosuperación mayor que el que la sociedad exige habitualmente a los adolescentes de su edad.