Fuentes de la caja apuntaron que existen otros instrumentos para emitir deuda a los mercados que evitaría tener que recurrir a las cuotas, como ya han hecho otras cajas.

Así, la entidad sostiene que todavía existe la posibilidad de emitir preferentes y subordinadas y "las cuotas participativas no las contemplamos", aunque "la liquidez nunca viene mal".

No obstante, la caja es consciente de que, ante la posibilidad de que la crisis sea todavía más larga, es preciso reforzar el capital para hacer frente a la misma. "Es hacerse con una capa de grasa, como los osos, para resistir un invierno largo", afirmaron estas fuentes.

De este modo, la caja calcula que emitiendo a la capacidad plena que tiene la entidad que preside Miguel Blesa y que puede ser de 5.000 millones de euros, "poca falta nos harían las cuotas participativas".

Por otra parte, Caja Madrid estima que su vehículo para salir a bolsa, a través de la sociedad Cibeles, cuya llegada al mercado se ha retrasado por la crisis, continúa vivo.

"Cibeles lo queremos sacar a bolsa y lo haremos cuando los mercados estén favorables. Si hay una ventana de oportunidad lo sacaremos porque es un proyecto en el que creemos y es atractivo", subrayaron desde la caja.

Para la caja madrileña, "es bueno" tener una sociedad cotizada ante el futuro panorama financiero español, que pasa por la reestructuración.