Según la caja que preside Miguel Blesa, el fuerte aumento del negocio de clientes ha contribuido a que el margen de intermediación se haya elevado a 150.000 millones de pesetas, lo que equivale a una mejora del 8,4%.

Estos resultados, añade la entidad, "son debidos al incremento de la inversión crediticia (30,3%) -especialmente la dedicada a la financiación de vivienda, que lo hace un 22%-, así como al crecimiento d recursos gestionados (20,5%), sobre todo los depósitos de clientes en balance, que crecen un 25%".

Las comisiones netas siguen creciendo con dinamismo, a un ritmo del 17,6%, gracias a la mayor actividad con clientes en medios de pago y en préstamos sindicados, lo que ha llevado el margen básico -suma del de intermediación y de las comisiones netas- hasta los 195.994 millones de pesetas, un 10,4% superior a la cifra de los nueve primeros meses del año pasado.

El margen ordinario sólo crece un 0,9. Ello es debido a que el año pasado se registraron plusvalías muy superiores a las de los nueve primeros meses de este ejercicio, debido a la venta de la participación de la caja en Telefónica. Dicho margen, por tanto, sólo crece en lo que va de ejercicio en 2.132 millones de pesetas y se sitúa en 229.743 millones de pesetas.

La caja señala que mantiene uno de los mejores ratios de eficiencia del sistema financiero español, del 42,6%; y el ratio de morosidad sigue cayendo hasta situarse en el 0,72%, nferior al 1,14% existente a finales de septiembre del año pasado.

Para mantener la política de saneamiento, y atender, a su vez, a los requisitos impuestos por el Banco de España sobre cobertura de riesgos, Caja Madrid ha realizado hasta septiembre unas dotaciones de 27.000 millones de pesetas, lo que sitúa la tasa de cobertura de los activos dudosos en el 192%, frente al 138% de septiembre de 1999.