En un encuentro organizado por CaixaBank y la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), la economista sénior de CaixaBank Research, Judit Montoriol, puntualizó que, una vez superado este incremento del esfuerzo hipotecario, esa ratio descenderá por “la moderación del precio de la vivienda y el incremento de los salarios de la familia”.

Los últimos datos de 2022 revelan que hubo un total de 110.000 operaciones de vivienda nueva, prácticamente la mitad de los hogares que se crearon el año pasado (210.000). Este dato indica que España vive “una escasez de vivienda de obra nueva que no es suficiente para cubrir las necesidades por la demografía”.

“Estamos en modo ‘esperar y ver’. Se crearán alrededor de unos 200.000 hogares este año y 220.000 el año que viene. Aunque se construye más vivienda donde hay más demanda, pero no es suficiente: los municipios con mayor dinamismo demográfico son los que más escasez de vivienda nueva tienen”, recordó la economista.

En el caso de la vivienda usada, anticipó que habrá una mayor corrección en las compraventas y un estancamiento de los precios, mientras que en la nueva tendrá más recorrido el precio de la vivienda debido a la mayor demanda.

Montoriol explicó que los tipos de interés y la reducción de la renta real de las familias impactarán en 2023 en el mercado inmobiliario a la baja, aunque alejó al sector del epicentro de la crisis causada por la invasión en Ucrania.

Detalló que la tendencia alcista de los costes de construcción “se ha frenado” y que, con la reapertura de China, hay signos de recuperación porque “es un gran país demandante”.

Asimismo, explicó que el fuerte descenso del precio de la energía también apoyará el descenso de los costes. Según las proyecciones aportadas, si se tienen en cuenta las cotizaciones de los mercados de futuros de las materias primas en los mercados internacionales, los costes de construcción residencial en España podrían reducirse un 3% en 2023.

Por otro lado, la economista señaló que los precios de la vivienda ya han alcanzado el pico en 2022 y que hay “señales de moderación” por el enfriamiento de la demanda. Además, Montoriol reveló que el sector inmobiliario español “no ha acumulado desequilibrios que hagan prever una corrección brusca del sector como ha podido suceder en otros países”.

INCREMENTO DE VIVIENDAS

Por otro lado, la presidenta de Asprima, Carolina Roca, resaltó que el sector inmobiliario ha demostrado “su capacidad de resistencia y adaptación porque no se ha producido el descalabro de paralización de obras ni la detracción de inversiones en el inicio de nuevos proyectos”.

“Nuestro coste de financiación va a subir, la demanda va a reducir su capacidad adquisitiva y la inversión se puede sentir atraída por otros sectores. Esta situación invita a la prudencia, pero hay que centrarnos en la gran escasez de oferta de vivienda nueva y la demanda desatendida. Como sector, hay que incrementar nuestra producción para salvar el desequilibrio”, pidió Roca.

La presidenta de la asociación de promotores inmobiliarios de Madrid insistió en que “hay una necesidad” de incrementar las viviendas y de “ser capaces de producir vivienda asequible”. Puso de ejemplo al Gobierno de la Comunidad de Madrid, que bajo el Plan de Vivienda, ha construido y puesto a disposición de las familias un total de 17.000 viviendas “a precio asequible”.

“Estas viviendas han supuesto más del 52% del total de la vivienda social que se ha puesto en España. Los promotores tenemos el compromiso de poner en el mercado, en la próxima legislatura, hasta 35.000 viviendas a precio asequible siempre y cuando la Administración adecúe el marco normativo”, indicó.