Mediante dicho plan informático, se pretende informatizar todos los documentos internos (normativa, circulares, catálogos, etc) a los que, desde el momento de la implantación del sistema, se deberá acceder por ordenador.

El plan suprimirá 1.800 documentos distintos, que generaron 53 millones de copias durante 1993. El objetivo finales que en las oficinas sólo haya papel en blanco.

A lo largo del presente año, el sistema se aplicará en 50 oficinas de la red, esperando ampliarlo a la totalidad de sucursales en el plazo de tiempo más breve posible.

Para el director general adjunto de la Caixa de Pensiones y de Barcelona, Isidro Fainé, el plan forma parte de la reconversión realizada en la primera caja del país y segunda de Europa, tras absorber la Caixa Pensiones a la de Barcelona.

La estrategia consiste en reducir los emleados de los servicios centrales y transferirlos a las oficinas o centros de venta. Así, desde la fusión, los servicios centrales de la entidad han pasado de 2.500 empelados a 1.100.