Según la caja catalana, la economía española "ha acelerado su pérdida de dinamismo en la primera mitad del año, en gran medida por la notable ralentización en el crecimiento del gasto de las familias".

En el primer trimestre éste avanzó un 1,7% interanual, 0,8 puntos menos que en el anterior, y los indicadores del segundo trimestre anticipan una continuidad en esta tendencia.

Entre los factores que están condicionando este menor crecimiento está, en primer lugar, la pérdida de dinamismo del mercado laboral, explican.

La ocupación, según la EPA, creció un 1,7% en el primer trimestre, ocho décimas menos que en el último cuarto del pasado año, mientras que el número de parados aumentó un 17,1% interanual, principalmente por la destrucción de empleo en la construcción.

En segundo lugar, el deterioro significativo en la confianza de los consumidores, cuyo índice se encuentra en los niveles más bajos desde la crisis de principios de los noventa.

Por último, el repunte de la inflación, que ha pasado desde el 2,2% en agosto pasado, al 4,6% en mayo de 2008, restando así capacidad adquisitiva a las familias.

Estos condicionantes, apuntan desde Caixa Catalunya, continuarán pesando negativamente sobre el dinamismo del consumo privado en próximos trimestres.

Para el conjunto de 2008, la ocupación crecerá un 0,7% y la inflación superará el 3% en diciembre, lo que frenará el aumento de la renta familiar en términos reales hasta el 1,9%, según la entidad financiera.

Este contexto menos favorable se verá reforzado porque los consumidores mantendrán en niveles mínimos históricos la confianza, por el práctico estancamiento de la riqueza financiera, por la pérdida de valor esperada para la riqueza inmobiliaria y por el menor aumento de la población.

El resultado será una caída en el crecimiento del consumo privado desde el 3,2% del año pasado al 1,4% en 2008, tendencia que tendrá continuidad en 2009 con una nueva moderación al 1%.