Según informó este lunes la Policía, como integrantes de esta trama se ha detenido a siete personas en Murcia. Se les atribuyen los delitos de falsedad documental, favorecimiento de la inmigración ilegal, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y pertenencia a organización criminal.

Los arrestados formaban parte de una red criminal integrada por ciudadanos de origen marroquí que se aprovechaba de la situación precaria en que se encontraban los menores para lucrarse. Familiares de los menores pagaban a los responsables de la organización entre 1.000 y 2.000 euros por persona.

Los menores llegaban a Lanzarote en patera y eran trasladados a centros de acogida en Las Palmas de Gran Canaria. Posteriormente, se escapaban de estos centros con la intención de viajar a la península, contactando con la red criminal.

QUEDABAN DESAMPARADOS

Los implicados les suministraban documentación falsa y billetes de avión a través de agencias de viaje y locutorios regentados por familiares. Una vez en la península, les retiraban la documentación, dejándolos en una situación de indefensión. Muchos menores volvían a presentarse ante las autoridades para acceder de nuevo a los centros.

La investigación comenzó al detectar una elevada tasa de menores marroquíes no acompañados que se presentaban sin documentación en Málaga, Madrid, Valencia y Barcelona. El trabajo policial desveló la existencia de esta organización criminal que vendía documentos falsos a sus familiares.

Se realizaron tres registros en Murcia, interviniendo 5.500 euros en efectivo, equipos informáticos, móviles, pasaportes marroquíes y otra documentación. La colaboración de la Oficina Central Operativa Documental Punto Atenas resultó esencial para el éxito de la operación.