Robo de cable

Cae una banda que robó más de 19 kilómetros de cobre por toda España

MADRID
SERVIMEDIA

La Guardia Civil ha desarticulado una banda que robó por toda España más de 19 kilómetros de cable de cobre y que luego vendió este material a chatarrerías, que camuflaban esta actividad con facturas falsas.

Según informó este jueves el Instituto Armado, en la ‘Operación Valsordo’ se ha detenido a 16 personas e investigado a otras por sustracciones de cable llevadas a cabo en las provincias de Badajoz, Cáceres, Cantabria, Ávila, Madrid, Albacete, Alicante y Valencia.

En la operación se han recuperado 12 de los 19 kilómetros de cable de cobre robados, que pesaban unas 58 toneladas. También se han intervenidos, entre otros elementos, cinco furgonetas (una procedente de un robo cometido en Valencia), 36 kilogramos de cogollos de marihuana seca preparadas para su venta en bolsas al vacío y 195 prendas de ropa de una conocida marca.

Los agentes han inspeccionado dos chatarrerías ilegales, una en la Cañada Real y otra de Fuenlabrada, que eran las que daban salida en el mercado al material robado.

La investigación se inició a principios del presente año, cuando la Guardia Civil tuvo constancia de que se habían producido robos de cable de cobre Millberry en dos Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de las localidades de Cebreros y El Tiemblo (Ávila). Tras analizar los hechos, se pudo verificar que no solamente esas dos estaciones habían sido objeto de esos robos, sino que también lo habían sido las EDAR de Candeleda y Piedralaves (Ávila).

ROBO Y ESCONDER EL BOTÍN

Las pesquisas permitieron localizar el coche usado pata robar el cobre en Cebreros, que era usado por un individuo con residencia en La Cañada Real de Rivas-Vaciamadrid (Madrid). Los agentes pudieron constatar que esta persona mantenía contacto habitual con otras 10 personas más, que llevaban una vida superior a sus posibilidades ya que ninguno de ellos tenía contrato laboral que pudiera justificar sus elevados gastos personales.

Igualmente, se puso de manifiesto que los implicados realizaban desplazamientos de, incluso, dos y tres veces por semana a las provincias de Badajoz, Cáceres, Cantabria, Ávila, Madrid, Albacete, Toledo, Alicante y Valencia con el objeto de sustraer cable de cobre en otras EDAR, Empresas Agroalimentarias y Polígonos Industriales.

Una vez efectuados los robos, escondían el cable de cobre en inmediaciones de los lugares donde los cometían, para no levantar sospechas en caso de ser identificados en algún control policial rutinario. Posteriormente, regresaban a Madrid de vacío y dependiendo de la cantidad de cable de cobre que habían escondido alquilaban una furgoneta o varias para recoger el cable robado.

Para ello, adoptaban numerosas medidas de seguridad para tener suficientes vías de escape en caso de ser descubiertos por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Una vez transportado, lo vendían a una chatarrería clandestina ubicada en la Cañada Real, la cual no poseía ni rótulos ni publicidad. A continuación, esta chatarrería trasladaba el cableado a otra ubicada en Fuenlabrada.

Para dar una apariencia legal a las ventas del cable de cobre, emitían facturas con datos fiscales de clientes y antiguos clientes, sin su conocimiento ni consentimiento, destacando que en algunas ocasiones esos clientes habían fallecido.

(SERVIMEDIA)
06 Oct 2022
NBC/gja