Según informaron este miércoles ambos cuerpos de seguridad, los tres integrantes de la banda fueron arrestados como presuntos autores de más de 50 hechos delictivos en las provincias de Madrid, Toledo, Segovia y Ávila, que causaron un perjuicio superior a 250.000 euros.

Entre los miembros de la organización se encontraban dos varones que se dedicaban a cometer las sustracciones y un tercero, padre de uno de los anteriores, que desguazaba los vehículos y los escondía en una finca rural de la localidad toledana de Almorox.

Las pesquisas policiales llevaron a los investigadores a realizar dos registros, uno en Pozuelo de Alarcón y otro en Almorox. En este segundo escenario incautaron numerosas piezas robadas de vehículos como tapas de motores, altavoces, llantas, radiadores, silenciadores o embragues.

OCULTABAN PIEZAS BAJO TIERRA

Fue necesario el uso de maquinaria especializada en excavación y georradar para localizar vehículos y piezas que la organización criminal había enterrado en las fincas para evitar su localización. En ocasiones robaban piezas con gran valor en el mercado de segunda mano y posteriormente las enterraban para dificultar su localización o quemaban los vehículos para destruir pruebas.

La investigación se inició en enero de este año cuando los agentes, tras relacionar varias sustracciones tanto de vehículos como de piezas, identificaron a un grupo criminal formado por tres varones. Las averiguaciones acreditaron que habrían participado en la sustracción de 17 vehículos en Pozuelo de Alarcón.

A través de la colaboración policial, los vincularon con otros robos cometidos por toda la geografía nacional, contabilizando hasta el momento más de 50 hechos. Los tres detenidos pasaron a disposición judicial como presuntos autores de delitos de robo con fuerza, robos y hurtos de uso de vehículos, daños, tenencia ilícita de armas y pertenencia a grupo criminal.