ETA

CAE UNA BANDA DE FALSIFICADORES DE TARJETAS DE CRÉDITO QUE SE APROPIÓ DE 1,5 MILLONES DE EUROS

MADRID
SERVIMEDIA

La Policía Nacional ha desarticulado un grupo organizado de origen rumano, asentado en Barcelona, que se dedicaba a falsificar tarjetas bancarias, método por el que habían defraudado 1,5 millones de euros, según informó hoy la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.

En laoperación hay 19 detenidos -14 rumanos y 5 españoles-, a los que se imputan los delitos de falsificación de moneda (tarjetas de crédito), falsedad documental, estafa, receptación y asociación ilícita.

Los arrestados realizaban con las tarjetas robadas numerosas compras de objetos de marcas exclusivas y efectuaban cargos fraudulentos en algunos comercios, que actuaban en connivencia a cambio de una comisión del 50 por ciento.

En la llamada "Operación Condal", la Policía ha actuado contra todos los niveles de la organización desarticulada, desde los líderes de las células de falsificación, falsificadores y pasadores, hasta los responsables de los comercios con los que actuaban en connivencia.

AYUDA EN EL EXTRANJERO

Las investigaciones se iniciaron a finales del mes de abril, al detectarse la presencia de una serie de individuos rumanos que se dedicaban a realizar operaciones fraudulentas con tarjetas falsificadas en comercios conniventes de Barcelona y a comprar en exclusivos establecimientos comerciales de la ciudad condal y otras localidades de Cataluña.

La organización criminal estaba compuesta por dos células independientes, pero interconectadas entre sí. La banda contaba con diversos proveedores de numeraciones en España y en el extranjero, e, incluso, disponían de numeraciones obtenidas en países árabes de gran poder económico.

Los datos de las tarjetas de crédito eran clonados a sus titulares en el país de origen por diversos medios y, en la mayoría de las ocasiones, no lo detectaban hasta que se habían realizado numerosas operaciones fraudulentas. Una vez recopiladas las numeraciones eran remitidas a través del correo electrónico.

Los proveedores asentados en nuestro país en ocasiones contactaban con personas que, con lectores grabadores de tarjetas, realizaban las falsificaciones sobre los soportes adecuados para dar apariencia real a las mismas. Otras veces eran ellos mismos quienes las elaboraban.

Posteriormente las distribuían entre los integrantes de las células que actuaban como "pasadores". Eran los encargados de la utilización fraudulenta de las tarjetas con las que realizaban compras en establecimientos comerciales, cargos fraudulentos en connivencia con algunos comercios o extracciones de efectivo en cajeros automáticos.

(SERVIMEDIA)
30 Nov 2008
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