Para llevar a cabo la agresión, los "skin" utilizaron varios ladrillos de aproximadamente un kilo de peso, que estrellaron contra el escaparate y la puerta de la tienda. "No se llevaron nada, pero en un rasgo de generosidad nos dejaron seis adoquines y una botella de vino portugués", señaló, irónicamente, un portavoz de esta ONG.

Uno de los testigos que avisó a la Policía explicó que los presuntos atores del ataque tenían entre 15 y 25 años y las cabezas rapadas. Además, varios de ellos lucían camisetas del Real Madrid y otros portaban banderas españolas.

Para Sodepaz, actos como el cometido ayer por este "grupo de descerebrados" no son simples actos vandálicos, sino un acto de violencia política, "no tanto por el hecho de la pseudo-ideología fascista de sus autores, sino por la elección de la víctima".

Por ello, "pedimos una mayor implicación de estas entidades para que no se fomente un auento de estos grupos de indeseables, con los que la violencia también crece", añaden.

"Lamentamos", se señala en un comunicado de la ONG, "que no quedase vino en la botella, pero nos han venido muy bien los ladrillos ya que necesitábamos desde la semana pasada pisapapeles y elementos nuevos para innovar nuestro escaparate", concluye, con sarcasmo, la organización.