En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, y enmedio de su empeño por resaltar lo que les une en materia antiterrorista, Cabanillas no quiso hacer excesiva sangre y prefirió resaltar la contribución al diálogo de los socialistas. Sí dijo que le parece incongruente hablar de rodillo, "cuando no ha existido ni una sola ley hasta ahora que se haa aprobado sólo con los votos del PP".

Preguntado por el balance que le merece al Gobierno la nueva dirección del PSOE, encabezada por su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro portavoz distinguió dos fases: la primera, de "búsqueda" de un nuevo secretario general que culmina el 23 de julio pasado con la elección de Rodríguez Zapatero.

El ministro recordó la deferencia de José María Aznar, de entrevistarse con Zapatero en La Moncloa al día siguiente de su elección para "subayar esa idea de reconocimiento" del nuevo equipo "y esa idea de futuro compartido en lo que se refiere a España".

Aunque pudiera parecer "pretencioso", y dicho desde el máximo respeto, recalcó Cabanillas, el Ejecutivo ha estado expectante de la segunda fase, la del "asentamiento" de Zapatero en el cargo. Todo ello enmarcado en "la convicción y claridad de ideas que existía en el programa de este gobierno".

Pasado ese tiempo, el Ejectivo cree que la contribución del PSOE, "desde una idea de diáloo y de consenso por las dos partes", ha sido "positiva". Y en cuanto a la figura de José Luis Rodríguez Zapatero, Pío Cabanillas afirmó hoy en tono de humor que "para el milenio que viene le deseamos casi todo lo mejor". Todo, menos que gane las elecciones, vino a decir.