Así lo precisó durante su intervención en el Desayuno Informativo de Europa Press que protagonizó y en el que admitió que, si bien esta iniciativa no podrá implementarse el próximo curso, una de las “prioridades” de su gabinete es “retomar” la tramitación del real decreto para el fomento de la alimentación saludable y sostenible en centros educativos, una iniciativa “coral” enmarcada en el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil, liderado por el Ministerio de Sanidad, pero en el que también trabajará con los ministerios de Educación, Infancia o Agricultura y Alimentación.

El titular de Derechos Sociales puntualizó que la iniciativa persigue un “objetivo muy sencillo y muy importante”, como es el de “garantizar una dieta variada y nutricionalmente equilibrada a los niños”.

“Vamos a impulsar que esa alimentación en los centros educativos incluya un componente esencial de productos de temporada y favorezca la compra directa de nuestros campos a los comedores escolares de nuestro país”, abundó, convencido de que es algo “que va a ser extraordinariamente positivo también para nuestro sector primario”.

Junto a ello, hizo hincapié en que se trata también de “una cuestión democrática, porque atañe a una forma de desigualdad inaceptable”. “Es, de hecho, una medida que tendrá un impacto especialmente positivo en los niños y niñas de las familias más vulnerables”, apostilló, sabedor de que “uno de los problemas más acuciantes que enfrentamos en nuestro país es el exceso de peso entre la población infantil”, que, según el último estudio Aladino, del que, dijo, “pronto podremos conocer más datos”, afecta al 41% de los escolares en España.

GARANTIZAR LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

“Es responsabilidad de los poderes públicos garantizar la igualdad de oportunidades y derechos y hacer que los entornos en los que los niños y las niñas crezcan sean seguros”, agregó, para avanzar que “de eso trata, precisamente este real decreto, de fomentar, con base en los mejores estándares científicos, el consumo de productos frescos y saludables, dejando fuera alimentos procesados y otros productos insalubres”.

Asimismo, la iniciativa busca “contribuir a educar a través del comedor escolar”, lo que, a su entender, implica “utilizar” este espacio “no solo para proporcionar una nutrición adecuada, sino también como un entorno educativo donde se inculcan hábitos alimentarios positivos, promover la convivencia, la integración y la socialización de la infancia y la adolescencia”.

“No estamos solo ante un asunto de salud pública, sino también ante una cuestión de justicia social porque es bien conocido que existe una mucho mayor prevalencia de obesidad entre niños y niñas procedentes de familias con rentas bajas y que la pobreza infantil y la obesidad infantil están íntimamente asociadas”, denunció, para insistir en que “todos los niños tienen derecho a una alimentación saludable y de calidad y a un desarrollo y una formación de hábitos nutricionales saludables que van a tener impacto a lo largo de toda su vida”.

Bustinduy explicó que el trabajo en torno a este proyecto normativo, que viene de la legislatura pasada, se encuentra en “una fase previa” y destacó que implica “una dimensión de sostenibilidad, de fomentar los circuitos cortos, la compra de proximidad, del producto de temporada, de integrar sistemas hacia un modelo de economía circular y de proximidad”.

“Y, por otro lado, un modelo democrático y de justicia social que haga que el comedor escolar pueda ser ese espacio democrático”, indicó, para matizar que su gabinete está “en el proceso de trenzar esos consensos previos que permitan avanzar a partir de ahí”, convencido que “todos los actores políticos institucionales y sociales van a van a remar en la misma dirección”.

A este respecto, también recordó que ve como “una urgencia social” el hecho de “retomar” el real decreto para regular la publicidad de alimentos y bebidas insanos dirigida al público infantil que, admitió, fue un “tema conflictivo en el pasado”, dado que fue paralizado por el departamento de Luis Planas.

CUIDADOS Y CONSUMO SOSTENIBLE

En otro orden de cosas, el titular de Derechos Sociales desgranó las claves de la ‘Estrategia estatal para un nuevo modelo de cuidados en la comunidad: Un proceso de desinstitucionalización (2024-2030)’, aprobada el martes por el Consejo de Ministros y que cuenta con una dotación presupuestaria inicial de 1.323 millones de euros.

Bustinduy sentenció que espera que suponga un “cambio irreversible” desde una cultura “asistencialista” hacia un modelo que provea de cuidados “personalizados y de proximidad” a las personas que los precisen, actualmente el 10% de la población española, cuyas “necesidades, deseos y preferencias” se situarán “en el centro".

“Ha llegado el momento de cambiar el enfoque, de promover una revolución en el modelo”, advirtió, para reivindicar un “nuevo paradigma que se base en el respeto a las decisiones, voluntad y preferencias” de los usuarios y que “promueva” su participación social.

Según su punto de vista, con esta estrategia, el Gobierno empieza a “recorrer un camino que no puede esperar”, consciente de la importancia de “empezar a orientar una respuesta desde los poderes públicos para que la democracia esté a la altura del reto que tiene por delante” en este ámbito.

LEY DE FAMILIAS Y AGENDA 2030

Por lo que se refiere a la Ley de Familias, subrayó que es “el principal vehículo en el que se va a aterrizar el despliegue de la agenda social” del Ejecutivo, paralizada por el ciclo electoral “constante” y que, dijo, “ya es hora de desplegar” y se fijó como "prioridad absoluta" la articulación de una prestación universal por crianza para "combatir" la pobreza infantil.

Otro de los retos de su departamento será aprobar la Ley de Consumo Sostenible o afrontar, el próximo 15 de julio, el Examen Nacional Voluntario para la Agenda 2030, al que España se someterá por tercera vez, siendo el país que más veces ha evaluado sus compromisos.

En este contexto, el ministro quiso “reivindicar explícita y directamente” la agenda, utilizada por algunos como un “chivo expiatorio”, consciente de que “nos emplaza a hacernos cargo de los problemas que definen nuestra época”.