Según la cadena de comida rápida, esta iniciativa tiene como objetivo promover una alimentación adecuada entre niños y adultos, y se pondrá en marcha en todos los países de la Unión Europea.

De acuerdo con las pautas fijadas por Burger King para que la publicidad de una comida pueda dirigirse a los niños, ésta no debe contener más de 560 calorías, de las que sólo pueden proceder de grasas menos del 30%. Además, los menús han de comprender entrante, guarnición y bebida, y no contener las denominadas grasas trans en su elaboración.

Tampoco las calorías procedentes de azúcares añadidos y grasa saturadas pueden superar el 10% de los menús, que no deben contener más de 1,67 gramos de sal.

La iniciativa se enmarca dentro del pacto firmado entre la UE y 10 compañías del sector alimentario en noviembre de 2007 para cambiar la publicidad dirigida a los niños.

En concreto, esta medida forma parte de la campaña "Como tú quieras. Comida en la que puedes confiar", con la que Burger King quiere promover dietas equilibradas y un estilo de vida activo entre los niños.