UN BUQUE ESPAÑOL PARTICIPARA EN UN PROGRAMA DE INVESTIGACION SOBRE MOVIMIENTOS SISMICOS EN VARIAS ZONAS DEL MEDITERRANEO
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Un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias de la Tierra "Jaume Almera", del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), iniciarán mañana un estudio en varias zonas del Mediterráneo español, dentro del programa ESCI (Estudios Sísmics de la Corteza Ibérica), financiado por el Plan Nacional de Recursos Geológicos.
La segunda parte de la campaña, que incluye desplazamientos hasta los mares Jónico y Egeo, forma parte del proyecto europeo de investigación Streamers, en el que participan Francia, Gran Bretaña, Italia, Grecia y España.
Según fuentes del CSIC, la campaña permitirá determinar cuestiones como la evolución de la corteza terrestre o las tensiones a las que ha sido sometida. Además, como objetivo secundario se obtendrá nformación útil sobre la posible existencia de nuevos yacimientos petrolíferos.
Los científicos realizarán sus investigaciones y prospecciones hasta el próximo fin de semana en el mar de Alborán y el golfo de Valencia, a bordo del "Bin Hai 511", un buque oceanográfico.
Josep Gallart, responsable de la unidad de geofísica del instituto, dirigirá el estudio del golfo de Valencia, que se efectuará en una extensión de 400 kilómetros, desde Cambrils hasta el sudoeste de Mallorca.
En el mar de Albrán realizarán dos perfiles de 100 y 300 kilómetros, respectivamente, bajo la dirección de Victor García Dueña, catedrático de Geofísica de la Universidad de Granada.
Dos días más tarde, el barco viajará rumbo al mar Jónico, donde los científicos españoles continuarán el estudio, para desplazarse después hacia el mar Egeo, considerada la zona con mayor actividad sísmica de Europa. El investigador Enric Banda coordinará los trabajos en esta ocasión.
Los experimentos ayudarán a conocer con mayor prcisión dónde se generan los movimientos sísmicos de la zona y cuál es la dinámica de su propagación.
Las mismas fuentes indicaron que los 20 cañones de aire comprimido, que se disparan cada 30 segundos a 10 metros de profundidad, con los que está equipado el buque, permitirán generar ondas sísmicas que, a través del agua, se transmiten al interior de la corteza terrestre y reflejan sus discontinuidades internas.
Al volver a la superficie, un complejo sístema de hidrófonos (sensores) que no alterael medio ambiente y el buque arrastra mediante un cable de 3 kilómetros, se encarga de registrar las ondas.
(SERVIMEDIA)
11 Feb 1992
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