En un escrito remitido hoy al presidente de la Audiencia Nacional, Clemente Auger, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, José Aranda, señala que la fiscalía tuvo conocimiento de las tres providencias dicadas por el juez Bueren el 1 de agosto, 24 de octubre y 14 de diciembre del pasado año, sobre diversas diligencias acordadas por el magistrado, "por lo que, procesalmente, no se ha podido producir ocultación alguna".

De esta forma, Aranda salió al paso de una información publicada hoy según la cual la Fiscalía de la Audiencia Nacional estaria muy molesta con el juez Bueren porque no les habría comunicado la remisión de una comisión rogatoria a Francia en agosto de 1995 solicitando a la justicia gala l remisión de los casquillos de bala de todos los sumarios abiertos en ese país por atentados de los GAL para contrastarlos con los presuntamente utilizados en el asesinato de Lasa y Zabala.

Asímismo, de acuerdo con estas informaciones, el magistrado tampoco habría notificado a la fiscalía la remisión por parte de Francia de los casquillos utilizados en los asesinatos de Ramón Oñaederra, Vicente Perurena y Angel Gurmindo, acciones que investiga el juez Baltasar Garzón.

Tampoco habría comunicado alministerio público, según las mismas informaciones, la petición de un informe pericial a la Guardia Civil sobre dichos casquillos.

En su comunicado, el fiscal jefe de la Audiencia Nacional asegura que las diligencias "sobre envío a Francia de una comisión rogatoria, sobre haberse recibido unos diferentes casquillos y sobre la remisión de informe pericial, han sido notificadas al fiscal encargado del caso".

Por su parte, Bueren, que actualmente trabaja en un despacho de abogados privado, también rmitió hoy un escrito al presidente de la Audiencia Nacional, en el que afirma que "tengo la certeza absoluta de que no he ocultado a la Fiscalía de la Audiencia Nacional actividad jurisdiccional alguna".

Agrega que también tiene la certeza absoluta de haber notificado al ministerio fiscal la práctica de dichas diligencias y precisa que todas esas notificaciones constan en la causa.

Explica que los casquillos recibidos de Francia "se encontraban en la fecha de mi cese debidamente custodiados por l secretaria judicial en una de las cajas fuertes o armarios blindados especialmente habilitados para la guarda de documentos y efectos de especial relevancia y, por la diligencia demostrada por la misma, estoy seguro de que siguen estando bajo su custodia".

Concluye diciendo que comunica a Auger estos hechos para su conocimiento "y si lo considera oportuno para su comprobación en defensa de los intereses del órgano que tan dignamente representa".