Así lo explicó a Servimedia la directora del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de la Uva del Vinalopó, Beatriz Rocamora, quien destacó que la región escapó al impacto de la dana, más allá de “alguna lluvia puntual que se pudo gestionar bien gracias a que los días posteriores hizo viento”.

En todo caso, lamentó que “la sequía es una realidad permanente”, por lo que concluyó que “con los malos mimbres que hay hemos salido bien”.

En cuanto al precio pagado en el campo, indicó que está subiendo, ya que la demanda está siendo importante. Concretó que se sitúa a partir de los 90 céntimos por kilo, un 20% por encima del año pasado.

A este respecto, apuntó que dicha subida permite “precios justos” para todos los eslabones de la cadena y cuestionó que deba notarse en el supermercado. “Cuando en otros años tenemos precios bajos en el super no se nota”, apostilló.

La variedad aledo es la más tardía de toda Europa y como el resto de uvas del Vinalopó se cultiva dentro de una bolsa de papel para protegerla de las agresiones de aves, insectos, pesticidas y de las inclemencias meteorológicas, retrasando la maduración.

En el conjunto de la campaña, la producción y comercialización de la uva del Vinalopó puede generar entre 10.000 y 13.000 puestos de trabajo directos en los municipios de Aspe, Novelda, Hondón de las Nieves, Hondón de los Frailes, Monforte del Cid, Agosto y La Romana.

Incluye siete variedades que cubren el período que va desde finales de agosto, con las variedades más tempranas (Victoria e Ideal), pasando por el ecuador de la campaña con variedades como Red Globe, Doña María o Dominga, hasta la mitad del mes de enero con la variedad más tardía: Aledo, emblemática de la Navidad y que representa alrededor del 50% de la producción.