El BSCH cerró una alianza con el grupo portugués Champalimaud, pero las autoridades portuguesas prohibieron la operación alegando que, a pesar de que no tienen nada contra el banco español, no pueden permitir la actuación del grupo Champalimaud.

Según Ribeiro, este grupo llegó a un acuerdo con el anterior Gobierno portugués para llevar a cabo un proceso de privatización bancario, con la colaboración del propio Estado luso, que ahora quedaría incumplido por el acuerdo con el BSCH.

"Por so no es legal", insistió Ribeiro y por ello la intención de Portugal es "llevar adelante el proceso de oposición legal" a que el BSCH pueda tomar el control del grupo luso.

Insistió en que Portugal está de acuerdo con los procesos de globalización y con la entrada de bancos y agencias de seguros europeos en su país, pero no con una actuación que "no cumple unas normas previamente pactadas" (en referencia a Champalimaud).

Finalmente, el secretario de Seguridad Social portugués aseguró también quesu Gobierno no ve con buenos ojos que la entidad bancaria Champalimaud no avisara al Ejecutivo de su pretensión de llegar a un acuerdo con un banco español, antes de haber tomado una decisión definitiva.